Las deducciones y compensaciones
fiscales permiten al grupo apuntarse ingresos a su favor superiores a los 100
millones en cada uno de los dos últimos ejercicios. De los 118 millones de
euros de beneficios que declara en 2014, 103 millones proceden de ese ajuste
fiscal. Las ganancias del grupo se desploman un 84% y la plantilla se ha
recortado en 18.363 trabajadores desde 2007.
El Corte Inglés declara haber
ganado 118 millones de euros en su último ejercicio, que cerró el pasado 28 de
febrero. Sin embargo, su beneficio antes de impuestos fue de sólo 14,8
millones. Los restantes 103,27 millones de euros proceden de ingresos a su
favor por el impuesto de sociedades: 58,7 millones son el resultado de actualizar
el tipo del 30% al 28%, rebajado en la última reforma fiscal, y otros 29,7
millones son deducciones fiscales –por doble imposición, publicidad o
reinversión de beneficios–. Además, el grupo que preside Dimas Gimeno aplicó en
2014 15,6 millones en créditos por deducciones y bonificaciones pendientes de
otros años y compensó 5,22 millones por pérdidas de ejercicios anteriores.
Es decir, El Corte Inglés no ha
pagado nada por el impuesto de sociedades en el último año. Tampoco ha hecho
ingreso alguno por este concepto desde, al menos, 2011. En el ejercicio de 2013
se apuntó a su favor 126,51 millones de euros gracias a compensaciones y
deducciones. Según la información que el grupo incluyó en el folleto
informativo de su emisión de bonos en la Bolsa irlandesa el pasado enero, en
2012 fueron 13,76 millones, y en 2011 otros 18,67 millones de euros. infoLibre
ha preguntado a El Corte Inglés cuál fue el último año en que pagó a Hacienda
por el impuesto de sociedades, pero el grupo se ha negado a facilitar el dato.
El informe financiero de 2014
detalla también las deducciones que El Corte Inglés podrá aplicarse en los
próximos años: 183,34 millones de euros entre descuentos por doble imposición
–83 millones–, por inversiones –66,82 millones–, por reinversión –28,21
millones– e incluso por donaciones a entidades sin fines de lucro –5,3 millones
hasta 2014–.
Este último ejercicio, el segundo
grupo de distribución español –tras Mercadona– declara una base imponible
positiva de 177,17 millones de euros. Pero en 2013 declaró una base negativa de
695,73 millones. En 2012 fueron 184,73 millones y en 2011, 68,42 millones de
euros. Esas pérdidas fiscales le están permitiendo a El Corte Inglés reducir su
factura con Hacienda durante toda la crisis.
Inspectores, técnicos de Hacienda
y expertos critican con frecuencia que el tipo efectivo por el que tributan las
grandes empresas en España es sólo el 6%, mientras que las pymes lo hacen al
15%. Según el sindicato de técnicos fiscales Gestha, lo consiguen gracias a las
“múltiples vías de escape” que les ofrece la regulación del impuesto de
sociedades.
Desde 2007, cuando ganó la cifra
récord de 747 millones de euros, los beneficios del grupo no han dejado de
caer. Se han desplomado un 84% en siete años. Hipercor, Supercor y las tiendas
de bricolaje Bricor terminaron el último año con pérdidas. Y la división de
grandes almacenes recortó su beneficio un 32%, pese a que aumentaron las
ventas. La caída del consumo, resultado de la crisis y las cifras récord de
paro, han dejado tocado al gigante, que abre este año una nueva etapa tras la
muerte de Isidoro Álvarez y la entrada en su capital de un socio ajeno a la
familia propietaria, el jeque catarí Hamad Bin Jassim Bin Jaber Al Thani.
Menos ventas, aumento de la deuda
financiera
A partir de 2007 la cifra de
negocio de El Corte Inglés ha encogido un 18,4%. Desde 2011 no supera los
15.000 millones de euros. Los beneficios de explotación, los que resultan de su
actividad comercial, se han recortado un 10%. Al tiempo, la deuda financiera llegó
a alcanzar los 5.688 millones de euros en 2012. Así que el año siguiente el
grupo tuvo que firmar un acuerdo con sus principales bancos acreedores para
refinanciar 3.700 millones de su pasivo. En enero de 2014 también lanzó por
primera vez en su historia dos emisiones de bonos en la Bolsa de Irlanda, que
le permitieron captar 600 millones de euros. Esa cantidad se ha destinado a
amortizar anticipadamente la deuda a largo plazo, según hace constar el grupo
en su último informe financiero. Finalmente, los 1.000 millones de euros que ha
invertido el jeque catarí servirán igualmente para reducir la deuda del grupo
con los bancos.
De esta forma, la suma de la
caída de las ventas y el aumento de los costes financieros han rebajado el
beneficio antes de impuestos de El Corte Inglés de los 319,4 millones
registrados en 2010 a esos escasos 14,8 millones con que cerró realmente 2014:
un descenso del 95,3% en cinco años.
Recorte de plantilla
En cualquier caso, Dimas Gimeno
presentó el pasado domingo los resultados de 2014 ante la junta general de
accionistas como el resultado de un cambio de tendencia: las ventas han crecido
un 2,6% y la mejora de la situación económica permite avanzar que el consumo
seguirá remontando. Además, anunció un Plan de Ahorro para “acelerar el aumento
de la rentabilidad hasta alcanzar los niveles anteriores a la crisis”, pero sin
detallar su contenido. Hasta el momento, El Corte Inglés ha recortado su
plantilla en 18.363 trabajadores desde 2007, cuando llegó a emplear a 109.800
personas. Al cierre de 2014, el pasado mes de febrero, el grupo tenía 91.437
empleados.
Si la cuenta se hace con la media
de trabajadores a jornada completa durante el año, la cifra se reduce hasta
80.875 personas. Aunque no ha presentado ningún Expediente de Regulación de
Empleo (ERE) durante la crisis, el deterioro de las condiciones laborales ha
abocado a un buen número de trabajadores –más de 3.000 desde 2012– a dejar la
empresa. El aumento de las jornadas de trabajo, la supresión del plus por
trabajar los domingos y el recorte en las comisiones de venta han llevado a
parte de la plantilla a pedir la baja voluntaria.
La empresa niega que haya
recortado plantilla en el último ejercicio y atribuye el descenso de 1.863
trabajadores entre la nómina de 2013 y la actual a que la primera incluye a los
trabajadores de Gespevesa, Sephora, FST Hotels, Citorel y Financiera, ahora
fuera del perímetro de consolidación del grupo porque ya no son filiales al
100%. En 2013, contando con la plantilla de estas cinco empresas, el grupo
empleaba a 93.222 personas.
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