Fiesta del PCE 2010

En la carpa de Cuba con la bandera de la Revoluci贸n

Ruta de Aigualluts cerca de Benasque

En la pradera despu茅s de Aigualluts, a los pies del Aneto.

Impresionante cascada de Aigulluts

La espectacularidad de esta cascada es para no olvidarse de ella.

Las Gradas de Soaso

Un espectaculo en los Pirineos Aragones

Cascadas de la Larri en, la espectacularidad alubrada a nuestros ojos

Un valle Glaciar e煤n vivo en los Pirineos Aragones

A los pies del las agujas del Pico Perramo, con su ib贸n

Otro rinc贸n sin desperdicio pero muy duro de alcanzar

La Alhambra de Granada

La Alhambra desplegando toda su majestuosidad por la noche

La Alhambra de Granada

El patio de los Leones despu茅s de su restauraci贸n

Caracassonne

Ciudad Patrimonio de la Humanidad al sur de Francia

Mont Saint Michel

En la Normandia francesa se encuentra emplazada esta abad铆a espectacular

Castillo de Chambord

En el Valle del Loira, merece la pena ver este chateau

La Cueva de Zugarramurdi

En el norte de Navarra, se encuentra este lugar misterioso

En el alto del Mugr贸n

Una jornada de reivindicaci贸n con la Plataforma contra el ATC de Zarra.

Vista Labor de Torregrande

Edificio centenario con planta defensiva acastillada en Almansa.

Fiesta PCE 2012

Cayo Lara apoyo la reivindicaci贸n de la Coordinadora en Defensa del Hospital de Almansa para su no privatizaci贸n.

Marchas de la Dignidad

En pleno tramo de Chinchilla a Albacete de camino a Madrid con las Marchas 22-M.

Fiesta PCE 2014

Un rato distraido con Cayo Lara en los puestos de la Fiesta del PCE.

Fiesta PCE 2014

Gines Fernandez el Director de Mundo Obrero, m铆tico peri贸dico del PCE.

Marchas de la Dignidad Almansa

Movilizaci贸n contra los recortes sociales y libertades colectivas, reclamando Pan, Techo, Trabajo y Dignidad 21.03.2015.

VIDEOS MARXISTAS, MATERIALISMO HISTORICO, DIALECTICA, SOCIALISMO CIENT脥FICO. FILOSOF脥A MARXISTA
PACIFISMO BURGU脡S Y PACIFISMO REVOLUCIONARIO
MARX: DIAL脡CTICA, HISTORIA Y COLONIALISMOS
HISTORIA DEL MARXISMO:CLASE 1-INTRODUCCI脫N

viernes, 27 de septiembre de 2019

El maquillaje verde del capitalismo no cambia su esencia depredadora, la f谩bula Greta y sus limitaciones

Los verdaderos ambientalistas de este mundo son los pueblos en lucha contra la depredaci贸n que perpetran las multinacionales: los que entregan sus vidas por sus comunidades, por las monta帽as y r铆os. Cada mes, decenas de esos verdaderos ambientalistas son asesinados en sus pa铆ses: las balas de los sicarios del capitalismo transnacional revientan sus cabezas llenas de honestidad y lucha, y mueren con las manos limpias, unas manos que jam谩s habr谩n estrechado las manos infames del FMI, ni las de los dem谩s vampiros del planeta. La clase explotadora y su sistema capitalista se perpet煤a en base al Exterminio y a la alienaci贸n: en base a la violencia, y tambi茅n en base a la mentira que impone a trav茅s de sus medios masivos.

En sendas fotos se aprecia a Greta Thunberg, el nuevo personaje hyper-mediatizado por el aparato cultural del capitalismo, junto con la directora del FMI y candidata al BCE, Christine Lagarde (el FMI, esa instituci贸n del capitalismo transnacional que depreda la naturaleza y hambrea pueblos enteros): un apret贸n de manos que ilustra muy bien la felicidad de los amos del mundo al saludar a quienes bien les sirven en la importante tarea de penetrar todas las luchas con Caballos de Troya que encausen las energ铆as hacia callejones sin salida, que manipulen a las mayor铆as en seudo luchas que no vayan nunca a tocar la ra铆z de los problemas, y por lo tanto no los solucionen.

El capitalismo que est谩 acabando con la naturaleza no es cuestionado por la f谩bula de Greta. El planeta se muere y siguen con su Pan y Circo. Cinismo absoluto. La televisi贸n, la prensa, la industria cultural, est谩n en manos de monopolios privados en el capitalismo: esos monopolios suelen tambi茅n tener capital en el complejo militar industrial, en el agroindustrial, en la industria qu铆mica y farmac茅utica, etc...

Todo lo anterior explica el porqu茅 los medios masivos no televisan a nadie que cuestione realmente sus intereses: nadie que cuestione la perpetuaci贸n de este sistema, que cuestione al capitalismo, recibir谩 tal hyper-mediatizaci贸n. La depredaci贸n de la naturaleza se debe al modo de producci贸n capitalista: el agroindustrial intoxica la tierra, la megaminer铆a devasta monta帽as y r铆os, etc.

El sobreconsumo es un fen贸meno teledirigido por el aparato cultural del capitalismo, por el bombardeo publicitario. La Obsolescencia Programada, mecanismo perverso de envejecimiento prematuro de las cosas, implementado adrede en el modo de producci贸n capitalista, tambi茅n le garantiza a la burgues铆a que las masas sobreconsuman, porque as铆 es que la burgues铆a llena sus arcas: en base a la explotaci贸n contra las y los trabajadores y en base a la devastaci贸n contra la naturaleza.

No hay soluci贸n a la devastaci贸n de la naturaleza dentro del capitalismo. Ante la tragedia palpable de continentes de pl谩stico flotando en los oc茅anos, de la deforestaci贸n vertiginosa de bosques milenarios, de los glaciares depredados, de las napas fre谩ticas y r铆os contaminados y desecados, de cordilleras rebanadas por la mega miner铆a, del uranio empobrecido con el que el complejo militar industrial bombardea regiones enteras, de los niveles de CO2 en claro aumento, el cinismo de los amos del mundo es descomunal.

C贸mo si plantearan lo siguiente: «No se puede tapar el sol con un dedo, es decir ya es inocultable la devastaci贸n del planeta que los grandes capitalistas estamos perpetrando; ahora bien, lo que s铆 se puede hacer para seguir depredando y capitalizando, es mentir sobre las causas profundas y sist茅micas del problema.

Lo importante es que no se nos se帽ale a nosotros como los responsables, que no se nos se帽ale a los propietarios de los medios de producci贸n, los que decidimos qu茅 se produce, bajo qu茅 condiciones y a qu茅 ritmo, los que nos enriquecemos mediante el saqueo de la naturaleza y mediante la plusval铆a que le sacamos a las y los trabajadores, los que decidimos c贸mo debe comportarse la poblaci贸n, ya que la inducimos al sobreconsumo que nos enriquece a nosotros, y la inducimos a no cuestionar a este sistema que tanto nos conviene a nosotros como minor铆a dominante.

El fingir que nos preocupa el planeta, dar谩 muy buenos r茅ditos, basta con una buena operaci贸n de propaganda a nivel mundial, que se nos vea escuchando a alg煤n s铆mbolo que habremos creado previamente, algo que no nos cuestione como clase dominante, como clase explotadora, y que no cuestione en definitiva este sistema». Pero la gangrena no se cura con tiritas, y obviamente la depredaci贸n del planeta no se frenar谩 con los placebos que el mismo sistema ofrece para encausar el descontento social hacia callejones sin salida.

Greta y su grupo apelan a las supuestas "cualidades morales" de los amos del mundo, apelan a su supuesta "buena voluntad"; una vez m谩s entramos en la f谩bula anestesiante que finge ignorar que en el capitalismo la acumulaci贸n de riquezas la perpetran los grandes capitalistas de dos maneras fundamentales: la explotaci贸n contra las y los trabajadores y el saqueo de la naturaleza.

En esta f谩bula del GreenWashing (lavado verde) se plantea fraudulentamente la existencia de un supuesto "capitalismo verde", algo totalmente imposible por la l贸gica misma del sistema. No es posible un "capitalismo verde", como no es posible un "capitalismo con rostro humano", como no es posible un le贸n vegetariano. Y eso simplemente porque cuando hablamos de este sistema econ贸mico, social, pol铆tico y cultural que es el capitalismo, hablamos de los mecanismos inherentes a su l贸gica: ca-pi-ta-li-zar.

Y a los que vengan con el fraude de que “los pa铆ses n贸rdicos son grandes ejemplos de capitalismo bueno y verde”, decirles que mejor se lo pregunten a una v铆ctima de las masacres que las grandes empresas n贸rdicas han fomentado en el Congo para poder saquear hasta la m茅dula el Colt谩n y otros recursos. ¿Les suena de algo Ericsson, Saab, Volvo, Bofors (armas), Nammo (armas), Kongsberg (armas), Ikea, H&M, etc? Ni muy “verdes” ni muy “humanas” en lo que a explotaci贸n y devastaci贸n contra las y los trabajadores y contra la naturaleza se refiere. ¿Ah, que si se logra externalizar fuera del pa铆s toda la cloaca de las pr谩cticas que enriquecen a una multinacional, entonces no se toma en cuenta dicha cloaca? ¿Y la faraminosa cifra de negocios de las empresas suecas, noruegas y finlandesas en base a la venta de armas, y su lucrativa participaci贸n en toda nueva invasi贸n de la OTAN, tampoco ser谩 mostrada en la f谩bula, no? No es posible un "capitalismo verde", como no es posible un "capitalismo con rostro humano", como no es posible un le贸n vegetariano.

Porque la explotaci贸n y la depredaci贸n son inherentes al capitalismo. Ahora bien, lo que s铆 es posible, es maquillar el mismo rostro inhumano y nada verde del capitalismo, con toneladas de maquillaje para que parezca lo que no es. Pero un le贸n con una m谩scara de zebra, no ser谩 nunca vegetariano como el personaje de su m谩scara, as铆 como un sistema como el capitalismo, no ser谩 nunca "verde" como las m谩scaras que de s铆 mismo mediatiza el mismo sistema. Grandes multinacionales energ茅ticas, depredadoras por excelencia de la naturaleza, arboran logos de colibr铆 o de fauna marina.

La BMW y un banco suizo financian el barco con el que Greta surca los mares: ¿Ser谩 entonces menos poluyente, menos infame, el proceder de la BMW o del banco suizo? Por otra parte, en el discurso del GreenWashing se culpabiliza a todos por igual, y al final... «si todos somos culpables nadie lo es de manera espec铆fica», lo que es una manera de diluir responsabilidades, de no se帽alar a los principales responsables de esta barbarie: los grandes capitalistas, la burgues铆a transnacional.

Es verdad que el sobreconsumo no se limita a la burgues铆a, porque si bien esta puede consumir much铆simo m谩s y genera un despilfarro brutal, la clase explotada tambi茅n ha sido alienada por el bombardeo publicitario, para llevarla a sobreconsumir, a煤n a costa de contraer deudas. Pero una vez m谩s, hay una cuesti贸n de clase: porque es la clase explotadora, la que posee los medios de producci贸n y propaganda, la que impone su hegemon铆a ideol贸gica y cultural a todo el planeta, es la clase explotadora la que aliena a la clase explotada a trav茅s de los medios masivos de su propiedad.

Es mediante la alienaci贸n que la clase explotadora dirige a la clase explotada hacia el sobreconsumismo, la dirige mediante el bombardeo publicitario y mediante los paradigmas que impone el aparato cultural del capitalismo (individualismo, consumo presentado como "compensatorio", noci贸n de “茅xito” relativa al tener y no al ser, etc).

La Obsolescencia Programada (envejecimiento prematuro de las cosas) tambi茅n les garantiza a los grandes capitalistas que las masas sobreconsuman, para llenar sus cuentas bancarias mientras devastan al planeta. En el 2019, las 26 personas m谩s enriquecidas del mundo tienen la misma riqueza con la que malviven los 3.800 millones de personas m谩s empobrecidas, la mitad de la poblaci贸n mundial (Oxfam).

Un pu帽ado de multimillonarios posee los principales medios de producci贸n y medios de propaganda y difusi贸n. El 1% de la poblaci贸n mundial posee el 82% de la riqueza mundial. La base de datos de consumo de energ铆a el茅ctrica per c谩pita, evidencia que son Europa, Estados Unidos, Canad谩 y dem谩s metr贸polis capitalistas, las que consumen, y de lejos, la inmensa mayor铆a de la energ铆a consumida a nivel mundial. En el discurso de la M谩scara Verde, se equipara la depredaci贸n que cometen los grandes capitalistas, las gigantescas empresas que secuestran r铆os enteros para la mega miner铆a, con los pueblos que son sus v铆ctimas.

Se equipara a v铆ctimas con victimarios en ese abyecto discurso del “todos somos culpables”, que no hace distinci贸n alguna, ni de clases sociales, ni entre el pu帽ado de pa铆ses que consumen el 80% de los recursos del planeta (Estados Unidos, Europa, Canad谩, Jap贸n, Australia y dem谩s metr贸polis capitalistas) y todos los dem谩s pa铆ses del mundo (la inmensa mayor铆a) que sobreviven con el 20% restante.

En el discurso de la M谩scara Verde no se habla de metr贸polis capitalistas que sobreconsumen, versus periferias capitalistas que son concebidas por el capitalismo transnacional como meras "bodegas de recursos" y saqueadas hasta la m茅dula, con un impacto ecol贸gico devastador y un impacto social de empobrecimiento, tampoco se dice que el saqueo es perpetrado asesinando a toda persona o comunidad que alce su voz contra el saqueo capitalista.

Se equipara a las multinacionales depredadoras con los pueblos que 茅stas exterminan. Tomemos como ejemplo lo que cometen la Anglo American, la BHP Billiton y la Glencore al desviar todo un r铆o para usar el agua en la mina de Carb贸n m谩s grande del mundo, la mina del Cerrej贸n en Colombia, lo que causa sequ铆a, ecocidio, hambruna y Genocidio contra uno de los principales pueblos ind铆genas de Colombia: los Way煤. M谩s de 14.000 ni帽os Way煤 han muerto de hambre y sed por causa del saqueo capitalista que perpetran esas tres multinacionales. El carb贸n que se extrae por toneladas, es encaminado hacia Estados Unidos y Europa principalmente.

As铆 que no, no somos "todos culpables por igual". No es igual de culpable una familia trabajadora que un capitalista. No es igual de culpable la multinacional Glencore que el pueblo Way煤 padeciendo exterminio. No son culpables las y los miles de luchadores sociales, ecologistas verdaderos, que son asesinados a diario por las balas de los sicarios del capitalismo transnacional; pero en cambio s铆 son culpables los que saquean el planeta y pagan sicarios para exterminar toda oposici贸n al saqueo capitalista.

Por nuestras muertas y muertos, ni un minuto de silencio ante la barbarie y la pantomima con la que pretenden encubrirla: m谩s de 1500 campesinos, ind铆genas, afrodescendientes, ambientalistas, luchadores sociales, asesinados en Colombia por el capitalismo transnacional en cinco a帽os, otros miles en M茅xico, otros tantos en diversos pa铆ses de 脕frica, Asia y Am茅rica Latina...

Y nos vienen con su f谩bula de la ni帽a de las trencitas, que NO cuestiona al sistema capitalista y es hyper-mediatizada, con su montaje que hiede a paternalismo eurocentrado, con su decorado que hiede a cinismo, con su teatro que hiede a fingir para que todo siga igual.

Est谩n experimentando para ver hasta qu茅 punto nos tragamos todos sus montajes con la sonrisa tonta, mientras que ellos, los miembros de la clase explotadora, siguen depredando monta帽as y r铆os, oc茅anos y bosques, siguen perpetrando ecocidios y genocidios, siguen empujando a millones de despose铆dos a los caminos del 茅xodo, siguen transformando el planeta en un basural y a los seres humanos en alienados (y al que no se deje alienar, y pretenda luchar por fuera de los trazados de lo in煤til, le asestan la bala paramilitar y militar, o la persecuci贸n pol铆tica y la c谩rcel).

«Mientras tengamos Capitalismo, este planeta no se va a salvar; porque el capitalismo es contrario a la vida, a la ecolog铆a, al ser humano, a las mujeres», expresaba Berta C谩ceres, aut茅ntica ambientalista y luchadora social hondure帽a, asesinada por oponerse al saqueo capitalista.

Chico M茅ndes, otro aut茅ntico ambientalista, defensor de la Amazon铆a y luchador social asesinado para callar su voz de consciencia de clase, para intentar frenar la organizaci贸n pol铆tica de los despose铆dos, ya se帽alaba, antes de ser asesinado, las imposturas del "GreenWashing" (al que por entonces no se llamaba con ese t茅rmino, pero que ya exist铆a).

Contra el capitalismo y su Maquillaje Verde, tambi茅n hab铆a alzado su lucha Macarena Vald茅s, ecologista Mapuche asesinada por defender a la naturaleza y a la comunidad, por enfrentarse a la multinacional RP Global, de capital austriaco, que promueve la energ铆a que vende como "renovable y sustentable", tras participar del ecocidio y genocidio contra el pueblo Mapuche. Las y los luchadores contra la depredaci贸n de la naturaleza son miles, sus voces no son mediatizadas, sus vidas suelen ser cortas porque son truncadas por las herramientas represivas al servicio del capitalismo transnacional.

Y si alg煤n pa铆s pretende nacionalizar los recursos naturales y no permitir que las multinacionales los saqueen, lo bombardean en sus guerras imperialistas, lo invaden, le introducen mercenarios fan谩ticos religiosos incubados desde el imperio, lo torturan, lo martirizan, le imponen reg铆menes sanguinarios (¿d贸nde est谩n esos falsos “ecologistas” del sistema cuando el imperialismo estadounidense y europeo masacra naturaleza y pueblos en Irak, Libia, Colombia, Afganist谩n, Yemen, etc? Ah... Que ah铆 no est谩 su seudo “protesta" ¿no?... Claro, las marionetas al teatrillo, a embaucar incautos, a hacer que las miles de personas que fueron (y son a diario) asesinadas por el capitalismo transnacional por haber verdaderamente defendido al planeta en primera l铆nea, sean m谩s silenciadas todav铆a en medio de toda la cacofon铆a, de la hyper-mediatizaci贸n de la ficci贸n.

Pero la lucha sigue, contra el capitalismo y su barbarie; porque la cosm茅tica con la que pretenden tapar su hedor, muchas y muchos no nos la tragamos.

jueves, 5 de septiembre de 2019

La crisis del proceso de paz como coartada para la intervenci贸n militar en Venezuela

Era esperable que el gobierno de Duque, el cual no ha mostrado demasiado decoro para arrodillarse frente a los dictados de Donald Trump, utilizara la actual coyuntura, caracterizada por el retorno de un sector de comandantes de las FARC-EP a las armas, para arrojarse lanza en ristre en contra de Venezuela. "No estamos ante el nacimiento de una nueva guerrilla, sino frente a las amenazas criminales de una banda de narcoterroristas que cuentan con el albergue y el apoyo de la dictadura de Nicol谩s Maduro" [1]. Desconocemos la evidencia para afirmar que el gobierno de Maduro da albergue y apoyo a quienes est谩n reviviendo las FARC-EP. Duque, como de costumbre, no se molesta en entregar ninguna clase de evidencia para sus temerarias acusaciones, que no son m谩s que la reproducci贸n irreflexiva del mismo a帽ejo y trasnochado discurso del uribismo. Lo que sorprende no es estas declaraciones de la ultraderecha cavern铆cola, sino el grado de convergencia que est谩n mostrando con estas posiciones sectores de la izquierda que alguna vez se dijo revolucionaria, y que hoy se encuentra demasiado ocupada de rodillas recogiendo las trizas del acuerdo de paz y mendigando plata para la reincorporaci贸n a un gobierno que les desprecia.

Unas desafortunadas declaraciones de Rodrigo Londo帽o (Timole贸n Jim茅nez), deslucido dirigente del partido FARC, se suman a la histeria anti-Venezuela del gobierno colombiano. En una carta dirigida a los combatientes rasos desmovilizados en los ETCR, en la que se deja entrever su ansiedad por ganarse las simpat铆as de la oligarqu铆a, dice que: “Sabemos que los que se llaman hoy jefes no van a hacer la guerra, que se quedar谩n del otro lado de la frontera.” [2] ¡Qui茅n dir铆a que Londo帽o en su postramiento ideol贸gico y emocional al bloque dominante, terminar铆a sum谩ndose a la cruzada anti-venezolana del gobierno de EEUU y de sus compinches en Colombia! Londo帽o aparece as铆 como un vulgar ventr铆locuo del poder olig谩rquico; estas declaraciones irresponsables y censurables se hacen, no hay que olvidarlo, en momentos, precisamente, en que la intervenci贸n militar a Venezuela por los EEUU es una carta sobre la mesa. Declaraciones hechas en momentos, precisamente, en que se desarrolla una guerra de desgaste y baja intensidad desde Colombia.

El desespero que Londo帽o debe sentir por su descr茅dito ante las bases de su partido, as铆 como ante las comunidades que alguna vez los apoyaron y alimentaron, no es excusa para semejante desvar铆o, que para lo 煤nico que sirve es para tender un velo de confusi贸n en torno a los verdaderos responsables de la debacle en que se encuentra el proceso de paz. Si algo queda claro con todo esto, es que los principales responsables de lo que est谩 sucediendo en Colombia no hay que buscarlos en el monte ni muchos menos en Venezuela. Los principales responsables son los que est谩n en el gobierno incumpliendo, rob谩ndose las platas del post-conflicto y burl谩ndose del pueblo. Los que se sientan en el parlamento (muy cerca de la bancada “de la rosa”), con el 煤nico prop贸sito de hacer trizas ese “maldito papel” que es el acuerdo. Los que en gremios como el ganadero han movilizado toda su influencia para atacar la justicia transicional, ocultando su rol en la guerra y en el despojo masivo de tierras con el que se han beneficiado. Los que en las filas del Ej茅rcito contin煤an con pr谩cticas como los falsos positivos y alimentando al paramilitarismo.

Esa coalici贸n macabra es la que debe ser llamada a rendir cuentas ante la historia por su irresponsabilidad, su perfidia, su venalidad, y sus violencias. Como dijo el admirado profesor Manuel Humberto Restrepo, “Quiz谩 no se conozca en la historia de los conflictos armados recientes, el caso de una guerrilla que haya hecho tanto para desarmarse, ni de un gobierno, que haya hecho tanto para obligarla a desistir de ese prop贸sito [3]. Los responsables est谩n aqu铆, ante nosotros, y no podemos darles ya m谩s coartadas para evadir su responsabilidad por tener sumido al pa铆s de un ciclo de violencia en otro. Mucho menos, debemos prestarnos para legitimar sus pretensiones de regionalizar la guerra con agresiones militares a Venezuela.


Jos茅 Antonio Guti茅rrez D.