Segovia es un municipio de
Colombia, situado en la subregión nordeste del departamento de Antioquia.
Limita por el norte con los municipios de Zaragoza y El Bagre, por el este con
el departamento de Bolívar, por el sur con el municipio de Remedios, y por el
oeste con los municipios de Amalfi y Anorí.
Segovia fue descubierto por el
capitán Francisco Núñez Pedrozo. Antes de la llegada de los colonos, el
territorio segoviano estaba poblado por los indios tahamíes y yamecíes. En los
años 1860, los exploradores llegaron a Segovia, y habiendo encontrado minas de
oro se quedaron para no irse. A partir de ese momento, fueron muchas las
expediciones que llegaron a Segovia en busca del preciado metal. La fiebre del
oro acaparaba la atención de todos los que llegaban. Hasta ese momento, Segovia
no era más que un simple corregimiento del municipio de Remedios. En 1852 se
estableció en Segovia la Frontino Gold Mines, la cual trajo máquinas de vapor,
telégrafo, correo y molino californiano, y además instaló rieles en las minas,
trayendo así un mejor manejo de la explotación minera. (Tomado de wikipedia en
español)
El caso de Segovia refleja una
situación que se puede extender a todos los pobladores que viven en las
municipalidades de los territorios mineros. Con la inmensa riqueza de estas
zonas, el pueblo debería ser muy prospero, con Tierra, Techo y Trabajo y todos
los servicios públicos de calidad para que la comunidad viva dignamente.
Desafortunadamente no es así. Ahí prosperan: miseria, hambre, enfermedades,
contaminación del agua, el aire y el medioambiente.
La empresa Frontino Gold Mines,
se dedico a extraer Oro sin importarle los miembros de la comunidad a los
cuales sus directivos miraban con desprecio. La compañía fue declarada
insolvente en 1976 y empezó un concordato que se extendió hasta el año 2011,
fecha en que fue vendida a Zandor Capital S.A subsidiaria de Gran Colombia Gold.
De esa época a la actual se han extraído millones de onzas de oro, y de otros
minerales de menor valor que suman centenares de miles de dólares en el mercado
internacional.
En Segovia se extrajeron 4
millones y 617 mil gramos, por un valor de 159,748 millones de dólares (precio
del 5 de enero de 2016, a 34.6 dólares el gramo). Este municipio fue el segundo
municipio más productivo, precedido solamente por El Bagre con unos 6 millones
de gramos.
En la práctica, la cantidad de
oro extraída es mucho más de lo declarado; según la Contraloría General de la
Nación Colombiana, entre 2003 y 2011, las multinacionales del oro evadieron los
impuestos por 53 millones de gramos exportados.
Con este sistema tributario que
premia a las multinacionales y les facilita el robo, casi nada llega a los
municipios mineros y Segovia no es la excepción por esto los presupuestos son
muy bajos que no alcanzan para solucionar las necesidades de la población y
menos para hacer inversiones que favorezcan a los ciudadanos. Otros impactos de
la minería han sido:
La contaminación: el mercurio
utilizado para la extracción del oro, ha contaminado los ríos y casi la
totalidad de los peces y los cultivos de la zona. El aire del municipio tiene
los más altos niveles de contaminación en el mundo de vapor de este metal: en
el 2010 era de 13,6 microgramos de mercurio por metro cúbico,
causando enfermedades que por lo general llevan a la muerte sobre todo a los
niños. Para el cuidado de la salud, existe un hospital, pero está cerrado por
que los socavones de la mina averiaron las estructuras de la edificación, los
habitantes tienen que trasladarse a otra población al no haber centros
hospitalarios que los atiendan.
La educación: la educación
primaria cobija más que todo al casco urbano; en las veredas la situación es
diferente, la mayoría de los niños comienzan a trabajar a temprana edad y no
les es posible asistir a la escuela. Pasan al bachillerato un reducido grupo de
los niños y niñas que terminaron la primaria, y de este reducido grupo que
termina el bachillerato, el porcentaje que puede ir a la universidad se puede
contar con los dedos de las manos.
Los servicios públicos: el
alcantarillado está en construcción, las letrinas que han existido siempre
contaminan el manto freático haciendo más difícil la salud y la higiene. El
agua llega al centro del poblado pero a los barrios es muy irregular y carece
de un sistema de potabilización del precioso líquido. Las calles están en mal
estado, solamente está pavimentada la carretera principal hacia Medellín.
Los derechos humanos: desde hace
varios años los pobladores de Segovia han sufrido graves violaciones, y en la
mayoría de los casos la complicidad del estado ha sido evidente. En 1988, los
terratenientes y narcotraficantes, junto con los gerentes de las empresas
mineras de Antioquia, decidieron aniquilar a sangre y fuego el naciente
movimiento de la Unión Patriótica, que había ganado las elecciones en marzo en
Segovia y en varias regiones. Como resultado de esta macabra alianza, el 11 de
noviembre de este mismo año, un grupo paramilitar liderado por Fidel Castaño
masacró a 43 personas en este municipio. Los asesinos pasaron por los retenes
de militares y la policía, y nadie les impidió cometer el genocidio. En
Diciembre de 2015, 27 años después, el Consejero Presidencial para los Derechos
Humanos, Guillermo Rivera reconoció la responsabilidad a nombre del Estado
Colombiano en el asesinato masivo y pidió perdón a las víctimas.
Lamentablemente, la situación no ha mejorado, hay una situación real de
constante violación de derechos humanos de los pobladores, las autoridades
siguen siendo cómplices de los abusos y violaciones. El nivel de impunidad es
tan elevado que los paramilitares están legalizados como cuerpos de vigilancia
de las empresas mineras locales. Son alrededor de 200 personas dotadas con
motocicletas, pistolas y armas de guerra, que están las 24 horas en el parque
de la población identificando y deteniendo a cualquier extraño que pase por el
lugar.
Los derechos laborales: las
condiciones de trabajo en las minas han sido siempre muy duras y con una
exposición constante a productos dañinos para la salud utilizados en la
extracción de oro. Muchos de los trabajadores de la minería que fundaron los
sindicatos para pedir justas reivindicaciones, fueron despedidos del trabajo,
otros detenidos y otros asesinados. Innumerables fueron las luchas de los trabajadores
de las minas de oro para pedir mejores condiciones de trabajo. Hoy este
espíritu combativo sigue vivo, y en noviembre de 2015 los trabajadores
emprendieron una huelga obrera que duro varios días.
Resulta cada vez más evidente que
la gran minería explotadora, como es el caso de Segovia no es rentable para la
nación, no ha creado ningún desarrollo. Además ha sido cómplice de las
injusticias, violaciones a los derechos humanos, contaminación del suelo y del
aire.
Juan Leonel Pérez y Antonio López Vélez
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