La ampliación de la OTAN
cumple dos funciones. Por un lado, cercar a Rusia y garantizar que los
europeos del este no se unan a ella. Por otro lado, preparar la
ampliación de la Unión Europea de manera que esta última no sea capaz
de desempeñar un papel político sino exclusivamente económico.
La absorción de Montenegro es la siguiente etapa.
La
decisión «histórica» del Consejo del Atlántico Norte de invitar
Montenegro a iniciar el proceso para convertirse en el miembro número 29
de la alianza atlántica constituye un nuevo paso en la estrategia de
Estados Unidos y la OTAN para cercar a Rusia.
¿Qué
importancia tiene para la OTAN Montenegro, el último de los Estados (desde
2006) formados como resultado del desmembramiento de la Federación Yugoslava,
destruida por la propia OTAN mediante la infiltración y la guerra?
Para
responder esa pregunta basta con mirar un mapa.
Más
pequeño que la región italiana de Apulia –a sólo 200 kilómetros del otro
lado del Adriático– y con apenas 630 000 habitantes –la sexta parte
de la población de Apulia–, la posición estratégica de Montenegro es
extremadamente importante. Tiene fronteras con Albania y Croacia (ya
miembros de la OTAN), con Kosovo (de hecho ya prácticamente miembro
de la OTAN), con Serbia y con Bosnia-Herzegovina (socio de
la OTAN). Tiene dos puertos, Bar y Porto Montenegro, utilizables
ambos con fines militares hacia el Mediterráneo. Fue en el segundo de
estos puerto donde hizo escala, en noviembre de 2014, el portaviones
italiano Cavour.
Montenegro
resulta estratégicamente importante como depósito de municiones y de material
de guerra en general. Hay en su territorio 10 grandes búnkeres
subterráneos construidos en tiempos de la Federación Yugoslava,
instalaciones donde aún quedan más 10 000 toneladas de munición
antigua por liquidar o por exportar. También hay en Montenegro hangares
fortificados para la aviación, que fueron bombardeados por la OTAN
en 1999. A la restructuración de esas instalaciones están dedicándose
desde hace tiempo millones de dólares y parte de ese dinero viene de la Unión
Europea. De esa manera, la OTAN tendrá en Montenegro búnkeres donde,
después de la modernización, podrá almacenar enormes cantidades de municiones,
incluso nucleares, así como hangares para sus cazabombarderos.
Montenegro,
cuya incorporación a la OTAN es ya prácticamente un hecho, es también candidato
a entrar en la Unión Europea, 22 de cuyos 28 miembros
son también miembros de la OTAN, bajo el mando de
Estados Unidos.
Un
papel importante en el acercamiento de Montenegro a la OTAN ha sido el de
Federica Mogherini, quien visitó Montenegro como ministra de Exteriores
de Italia en julio de 2014. En aquel momento, Mogherini
recordaba que «la política de ampliación es la clave del éxito de la
Unión Europea –y de la OTAN– en la promoción de la paz, de la democracia y de
la seguridad en Europa» y felicitaba al gobierno montenegrino por su «historia
de éxito». Así hablaba Mogherini del gobierno encabezado por el primer
ministro Milo Dukanovic, un individuo al que la propia Europol (la policía de
la Unión Europea) cuestionó en 2013 porque Montenegro se ha convertido
en importante vía de tránsito del tráfico de droga proveniente de
Afganistán (donde opera la OTAN) hacia Europa y en el más importante
centro de lavado de dinero. Esta «historia de éxito» es muy similar a la
de Kosovo, que demuestra que hasta el crimen organizado puede ser
utilizado con fines estratégicos.




Al
extenderse hacia el este, acercarse cada vez más a las fronteras
de Rusia con sus bases militares y tropas, así como con
su armamento nuclear, la OTAN abre en realidad la puerta a
todo tipo de escenarios catastróficos para Europa y el mundo.
por Manlio Dinucci
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