Vaya de antemano mi posición contra las barbaries de las guerras que se
ceban siempre sobre los más débiles y desprotegidos de la sociedad. Dicho esto
y diseccionando el manifiesto de lectura de mañana en las concentraciones
contra la probable participación de España en una eventual intervención en
Siria, habría que matizar algunos aspectos.
El primero de ellos es el de que por si no se habían dado cuenta en el
mundo hay un sin fin de conflictos, en la gran mayoría de ellos auspiciados y
fomentados por quienes tenemos como aliados, apenas si aparece en este
manifiesto.
Es cuando se producen los atentados de París, cuando se aceleran las
opiniones y contraopiniones, evitando un análisis general de la coyuntura desde
sus inicios y donde priman los intereses geoestrategicos de las potencias
occidentales, obviándolos del debate y reduciéndolo a una visión eurocentrista.
Quiero decir con esto, pocos fuimos quienes nos dispusimos contra la agresión a
Libia, a Ucrania o antes a Yugoslavia, por poner unos ejemplos. Salimos en el
"No a la guerra" a la intervención en Irak porque era ilegitimo
entrar a sangre y fuego en ese país soberano por medio de mentiras y
manipulaciones, pero posteriormente los poderosos colaron de rondón
intervenciones inaceptables.
Con seguridad estaré muy de acuerdo con muchas de las personas que por
buena voluntad acudan a esta muestra de repudio hacía la guerra, pero se me
hace un mundo soportar como entre estas personas firmantes del manifiesto se
encuentran algunas a las que las intervenciones otanistas en países soberanos
antes mencionados, solo les ha faltado hacer palmas con las orejas.
Del enunciado del manifiesto sacaría una frase desgraciada que busca
equiparar a quienes irían allí a intervenir en el conflicto para asegurar sus
intereses de clase, diría yo, con los que están luchando desde el gobierno
legitimo de Siria hace 5 años para que su territorio no se convierta en un
estado fallido, como llevan intención de convertir estos que tienen ese ánimo
guerrero. El enunciado en sí es totalmente desafortunado y fuera de lugar
metiendo en un todo con el " unos y otros trafican con influencias, armas
e intereses geoestrategicos". De este modo lo que se da a entender es que
quienes están sufriendo la desestabilización del país han de permitir se
termine de desestabilizar Siria y los que quieren ir allí a intervenir en el conflicto
que no lo hagan. Hago notar la lectura del conflicto que hace el PP como la que
mejor sabe que hacer para sus intereses de clase, frente a posturas que
renuncian a ciertos aspectos cruciales.
A mi entender cierta progresía del buen rollismo, paz zen y ni buenos ni
malos termina por favorecer los planes del imperialismo tendentes a
desestabilizar zonas concretas del planeta para generar nuevos territorios de
apropiación de recursos tanto naturales como humanos. Y es que la democracia y
DDHH entendidos con los cálculos económicos de occidente son incompatibles con
la vida y la autodeterminación de los Pueblos en muchas ocasiones.
De poco sirve un manifiesto si en su redacción se eliminan consideraciones
como quienes han armado a estos criminales yihadistas, quienes les siguen
apoyando con la excusa de decir que son "moderados", quienes
empezaron y no han terminado de menear el tablero en esa zona del mundo, porque
se continua financiando, comprando el petroleo que esos sanguinarios roban al
Pueblo de Siria y venden en nuestras gasolineras o los proveen de armas a
través de intermediarios para que sigan teniendo capacidad destructora.
Todo esto es básico para que se consiga acabar con la bestia que creó el
imperialismo yanki para sus fines espurios hace muchas décadas ya en Afganistán
para sacar a los soviéticos de suelo afgano. Pero claro esto no merece la pena
moverlo, pues pertenece al siglo pasado y no se ha de mirar para atrás, no se
vean las vergüenzas propias.
Lectura del Manifiesto del 28 de Noviembre contra la guerra: pinchad aquí
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