Un documento oficial del gobierno
de Estados Unidos enviado por el ex embajador de ese país en El Salvador,
Charles Glazer, remitido al Departamento de Estado en diciembre de 2007, es una
nueva evidencia con la que la defensa de la República en conflicto con la
empresa minera Pacific Rim ante el Centro Internacional de Arreglos de
Diferencias Relativas a Inversiones, CIADI, busca que el tribunal de esa
instancia del Banco Mundial reabra la decisión intermedia que tomó en junio de
2012 en este caso.
El documento desclasificado a
finales de septiembre de este año, luego de la petición que hiciera meses atrás
el bufete Foley Hoag, que se amparó en la Ley de Transparencia y Libertad de
Información de EE.UU., llegó al bufete a mediados de la semana pasada y en
seguida prepararon una nueva moción que ya introdujeron en el tribunal
conformado por tres árbitros.
El abogado Luis Parada,
coordinador del equipo de defensa de El Salvador, considera que esta nueva
prueba evidencia que Pacific Rim ya estaba preparando el terreno para
interponer la demanda contra el país mucho antes de lo que argumentó durante
los alegatos todos estos años, pues ha dicho desconocer que existía un
conflicto antes de 2008.
No obstante, en el cable con
referencia CO5849485 ya desclasificado, se comprueba que el ex embajador Glazer
informa a la entonces Secretaria de Estado, Condoleezza Rice, jefa de la
diplomacia estadounidense en el segundo término del expresidente George W.
Bush, que había una preocupación en el sector de las empresas mineras ante los
retrasos en las respuestas de los Ministerios de Medio Ambiente y de Economía
de El Salvador a las solicitudes de explotación del recurso minero.
“Es un cable de la embajada de
Estados Unidos en El Salvador dirigido a Washington, que tiene como título:
“Las protestas de las compañías mineras sobre los retrasos en la otorgación de
permisos ambientales”, específicamente trata sobre el caso de la empresa
Pacific Rim y transmite que la empresa ya estaba considerando un arbitraje
contra El Salvador”, explica el abogado Luis Parada.
El documento diplomático antecede
en un año y medio la demanda registrada en el tribunal bajo el indicativo “Pac
Rim Cayman LLC v. Republic of El Salvador, ICSID Case No. ARB/09/12”,
interpuesta a mediados de 2009.
Este experto en litigios
internacionales enfatiza que mientras surgían esas gestiones a nivel
diplomático en El Salvador, Pacific Rim transfirió el nombre de la compañía
minera desde las Islas Caimán -jurisdicción de Gran Bretaña- hacia Estados
Unidos para ampararse con los beneficios de Tratado de Libre Comercio entre
Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana, CAFTA por sus siglas en
ingles.
Aunque el tribunal desestimó los
reclamos bajo el tratado comercial, si dio el visto bueno para seguir al fondo
del caso bajo el Capítulo 15 de la Ley de Inversiones de El Salvador -derogado
con una reforma a esa Ley en septiembre de 2013.
Así se llamó al juicio en la
etapa de fondo que se desarrolló durante nueve días desde mediados de
septiembre del año pasado, donde cada una de las partes expuso ante los jueces
con el apoyo de peritos para demostrar la validez de sus reclamos.
Al cierre de esos alegatos, Luis
Parada afirma que pidieron al tribunal considerar reabrir la decisión
intermedia que emitió el tribunal dos años atrás, pues con el paso del tiempo
se ha evidenciado las acciones de la empresa minera para violar los procesos
arbitrales ante el organismo financiero que dirime estas querellas.
Otro de los datos que expone el
ex embajador Glazer en el cable diplomático es que las inversiones hechas por
Pacific Rim para los permisos de exploración suman un poco más de 30 millones
de dólares y que las inversiones a futuro que piensa hacer la compañía,
entonces capital canadiense, rondaría los 100 millones de dólares. Esas cifras
también fueron sobrevaloradas en la demanda inicial. Pacific Rim argumentó en
el juicio que con las inversiones que proyectaba hacer esperaba obtener unos
301 millones de dólares del oro y plata que extraería de los yacimientos de
metales preciosos descubiertos en la zona de El Dorado, el departamento de
Cabañas.
Pero al final del juicio la
empresa minera bajo la cuantía del reclamo a 250 millones de dólares, que es la
estimación que mantiene el tribunal en la sentencia que ha esperado más de un
año y por la que hay mucha incertidumbre en las partes que esperan el
veredicto.
Pacific Rim, otrora empresa
canadiense, se fue a quiebra a finales de 2013 y tanto la marca como sus
activos fueron comprados por la transnacional Oceana Gold, de Australia, que
ahora es quien dirige los reclamos contra el país ante el CIADI y la que
trabaja en El Salvador para conseguir adeptos a la minería en la zona
paracentral del país.
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