PACIFISMO BURGUÉS Y PACIFISMO REVOLUCIONARIO |
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HISTORIA DEL MARXISMO:CLASE 1-INTRODUCCIÓN |
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miércoles, 30 de diciembre de 2015
Primark: 700 euros de sueldo y fábricas en Bangladesh
En Madrid no se habla de otra
cosa: el Primark de Gran Vía. En el interior, un ejército de dependientas se
reparte entre cajas y escaparates. La empresa asegura que ofrece "un
paquete salarial competitivo".
Diluvia en Madrid y la cola da la
vuelta a la manzana. Pero ellos (y especialmente ellas) prefieren mojarse.
Aguantan estoicos el chaparrón y gritan de emoción cuando el ’segurata’ les da
paso. "¡Ya entramos, ya entramos!" Cualquiera diría que esperan para
ver a los Rolling Stones, pero no. Es la cola para entrar al nuevo Primark de
Gran Vía. Y eso que ya han pasado varios días desde que abrió sus puertas.
Luces de neón azul y un estucado
blanco cristalino recubren sus cinco plantas. Parece una iglesia. Un ejército
de dependientas se reparte entre cajas y escaparates. "Yo trabajo 30 horas
semanales y gano 700 euros", explica una de ellas. No se quejan: "Ni
es bueno ni es malo, es lo que hay".
A su alrededor una masa
enfervorecida rebusca la mejor oferta: vaqueros a ocho euros, dos guantes por
1,5 euros, abrigos a 19 euros. En el exterior, más de 20 guardas de seguridad
pastorean a las manadas de devotos del ’low cost’. "Sigan por aquí, por
favor". Ninguno de ellos se pregunta cómo es posible que se vendan
vaqueros a ocho euros.
El nuevo templo al consumo
impresiona. "La Gran Vía es una ubicación fantástica y estamos encantados
de contar ahora con una tienda allí", consideran desde Primark. En Madrid
no se habla de otra cosa.
La cuestión es, ¿cómo consiguen
mantener esos precios y pagar el alquiler de un local de cinco plantas en un
edificio, propiedad de Inditex, que está entre los más caros de la capital?
Salarios ’low cost’, contratos
fijos
El ’low cost’ de Primark tiene
una doble cara. El convenio colectivo para las dependientas establece un
salario base de 15.247 euros al año para los trabajadores a tiempo completo,
que se reparte en 12 pagas mensuales y tres extras. "Ofrecemos un paquete
salarial competitivo", aseguran fuentes de la compañía.
En UGT piensan de una manera
distinta. "La empresa ha crecido en ingresos un 36% más que el año pasado
y el coste del personal se mantiene en alrededor del 10%", denuncian.
Lo que más abunda en la empresa
es la temporalidad. De acuerdo con Comisiones Obreras, un 60% de la plantilla
cuenta con contratos temporales, la mayoría de entre 25 y 30 horas semanales.
De esos de 700 euros al mes, como el de la dependienta de la Gran Vía.
UGT piensa también que la empresa
abusa de la precariedad en sus contratos y que existe una intensa brecha de
género. "Hay un gran número de tiempos parciales, la gran parte mujeres.
Sólo los mandos son tiempos completos y aquí curiosamente sí que hay
hombres", lamentan. Desde Comisiones tienen distinta opinión:
"Primark es una empresa intensamente feminizada, con un 90% de mujeres en
plantilla. No existe techo de cristal".
Tampoco hay que perder de vista
que las condiciones que ofrece el gigante irlandés no son las peores que se
pueden encontrar en el sector. "Más del 70% de los trabajadores entran
como indefinidos. Llevo toda la vida trabajando en comercio y no es habitual
encontrar estas circunstancias", apunta otra de las trabajadoras de Primark
en la capital.
Fábricas en Bangladesh
Desde Primark aportan otras
razones para explicar sus precios: "Nuestro secreto es que aprovechamos
eficiencias de escala, hacemos pedidos de ropa de gran volumen, apenas hacemos
publicidad y trabajamos en estrecha colaboración con las fábricas",
aclaran.
La empresa irlandesa cuenta con
700 fábricas en todo el mundo repartidas en países como India, China, Vietnam,
Turquía y... Bangladesh. La cadena irlandesa sigue pagando hoy día
indemnizaciones por valor de 12 millones de dólares a las víctimas del derrumbe
del edificio Rana Plaza, que ocupaba uno de sus proveedores en Bangladesh.
"Primark no es propietaria
de las fábricas que producen sus bienes, pero asume la responsabilidad de estos
trabajadores para garantizar que sus productos se fabrican en buenas
condiciones", aclaran desde la firma irlandesa.
El mayor accidente textil de la
historia del país causó 1.127 muertos y 2.438 heridos. El 24 de abril de 2013
un complejo de nueve plantas, con cinco talleres que producían para importantes
marcas extranjeras de ropa y accesorios, se vino abajo en el suburbio
industrial de Savar, en las afueras de Dacca. Entre las empresas no estaba solo
Primark. Allí se hacía ropa de Mango, Benetton o El Corte Inglés.
El Rana Plaza no tenía luces de
neón ni estuco blanco como el de la Gran Vía. Los trabajadores no ganaban 700
euros, sino unos 60 euros al mes y sus jornadas laborales eran mucho más
largas. Dos edificios a más de 8.000 kilómetros de distancia que sirven
igualmente para explicar cómo es posible que tú puedas comprarte unos vaqueros
a ocho euros.
martes, 15 de diciembre de 2015
Ferrovial pretende introducirse en Australia a través de la gestión de cárceles
Ferrovial ha hecho una oferta de
490 millones de euros por la compañía australiana Broadspectrum. La noticia es
resaltada por medios de todo el planeta que recuerdan que se trata de una
empresa que gestiona los campos de detención de refugiados que llegan por mar a
Australia y que la controversia y denuncias de abusos en su labor han provocado
que otros grandes inversores optaran por vender sus participaciones. Se resalta
que Ferrovial, que tiene experiencia en gestión de cárceles en España y Reino
Unido, considera, en cambio, que la situación ofrece una buena oportunidad para
entrar en Australia
Wall Street Journal señala
que Ferrovial puja por una empresa, Broadspectrum, de la que han salido muchos
inversores. Destaca que el grupo español de infraestructuras ha hecho una
oferta de 490 millones de euros por Broadspectrum, la controvertida empresa que
gestiona en Australia los centros de detención para los refugiados y
demandantes de asilo que llegan por barco. Apunta que los detalles de la
operación muestran el “hambre” de Ferrovial porque el acuerdo se cierre rápido.
Pero señala que en los últimos años ha habido varias polémicas en los centros
de detención de Broadspectrum que han hecho que grandes fondos e inversores
hayan desinvertido de la empresa.
Sydney Morning Herald destaca
que Ferrovial gestiona cárceles en España y Reino Unido, pero cree que
Broadspectrum probablemente rechace la oferta. El texto de Jenny Wiggins apunta
que se espera que la empresa australiana rechace la opa hostil del grupo
español, recordando que es la segunda vez en 12 meses que intenta entrar en
Broadspectrum. Apunta que Ferrovial gestiona cinco cárceles en España y otras
25 en Reino Unido, a través de su filial Amey, y además presta labores de
seguridad en las fronteras de Ceuta y Melilla. Pero enfatiza que si el grupo
español se hace con Broadspectrum, reestructuraría la empresa para construir
sobre ella su negocio en Australia y optar al boom de proyectos de
infraestructura que vive el país.
The Guardian apunta que es
la segunda vez que el grupo español intenta hacerse con la empresa que gestiona
los campos de Nauru y Manus. Apunta que Ferrovial ha ofrecido 715.00 millones
de dólares australianos por Boradspectrum, compañía antes conocida como
Transfield Services y que gestiona centros de detención en Australia. Recuerda
que hace un año el grupo español ya lanzó otra puja que fue rechazada. Ahora
sin embargo, recogen cómo desde Ferrovial se defiende que su oferta da a los
accionistas seguridad y liquidez frente a las incertidumbres que afectan a las
perspectivas de la empresa.
The West Australian llama a
Ferrovial el “depredador español” y destaca que su oferta es sensiblemente
inferior a la de 2014. Explica que Broadspectrum se enfrenta a la OPA de
Ferrovial en un momento en el que tiene ante si retos importantes que incluyen
la polémica por la gestión de los campos de Nauru y Manus. Apunta que hace un
año Ferrovial ya intentó hacerse con la empresa, y aunque no lo consiguió
“nunca ha perdido el interés en su objetivo en Australia”. Destaca que los
españoles vuelven ahora a la carga, aunque su oferta actual es sensiblemente
menor a la de 2014, cuando ofreció 1 millón de dólares australianos.
martes, 8 de diciembre de 2015
Venezuela: Aún se está a tiempo de salvar la Revolución
Venezuela instalada en el peor de
los escenarios interpela a la conciencia de muchas y muchos latinoamericanos.
¿Qué ha ocurrido para que una oposición mediocre, sin programa político más
allá del odio y el revanchismo contra todos aquellos que sean chavistas, haya
podido conseguir unos resultados de tanta holgadez que prácticamente los coloca
en la puerta de obtener el gobierno?
Sin duda son varias las razones
que fueron generando este presente, unas provocadas por el enemigo y otras muy
ligadas a las propias contradicciones y errores de un proceso revolucionario,
del que nadie, absolutamente nadie, está exento.
Tiene razón Nicolás Maduro cuando
señaló en la madrugada del 7D que por sobre todas las cosas triunfó la guerra
económica, y con ella puso a la contrarrevolución al borde de asaltar ese
poder tan deseado por sus monitores de Washington. Una guerra que prácticamente
se convirtió en estos dos últimos años en un bloqueo gestado desde adentro
mismo del país para minar día a día, hora a hora, la voluntad de resistencia de
quienes, dentro del propio pueblo venezolano, batallaron heroicamente contra el
paro petrolero del 2002 y así hasta la fecha.
“Guerra", se pronuncia fácil
esa palabra cuando no se la vive en lo cotidiano: madres deseosas de dar de
comer a sus hijos soportando largas colas, llenando sus bolsas no de alimentos
sino de frustraciones continuas ante la falta de leche, harina pan, papel de
baño, jabón, y tantos otros artículos que se escamotean con criminal
insistencia. Contrabando hacia Colombia, llevándose lo que en cada ciudad
escasea. Hay que haberlo vivido para saber que la bronca que estas situaciones
producen, apuntan casi siempre hacia arriba, no para denunciar solamente a los
gestores reales de estas estrategias letales, empresarios millonarios e
inescrupulosos ligados a la oposición más cerril, sino que también, casi
lógicamente, el desánimo suele poner al gobierno en la mira. Es indudable que
un pueblo, con el nivel de conciencia adquirido en estos 15 años de Revolución,
se plantee exigir a su Gobierno que tome las riendas en sus manos, que aplique
toda la dureza necesaria para que los que se enriquecen con el dolor de los más
humildes no sigan humillándoles, que si hay que nacionalizar, expropiar y
llenar las cárceles de desabastecedores no le tiemble la mano. Que se suba un
escalón más y se nacionalice el Comercio Exterior para ir reparando los daños
causados por problemas estructurales que se vienen arrastrando desde la Cuarta
República.
La capacidad de comprensión de
estas demandas urgentes, formuladas una y otra vez, generan un pozo de
desesperanza cuando no se obtienen respuestas, y de allí a desmovilizarse
-física o mentalmente- hay un solo paso, y la oposición, impulsora directa de
todos estos climas, supo aprovecharse de los mismos. Sólo basta imaginar que de
ese 25 por ciento de ciudadanos que se abstuvieron, un buen porcentaje son
chavistas, que sin pasarse directamente a la derecha, sí quisieron protestar a
su manera contra un gobierno que paradójicamente es el que más ha hecho por
ellos en el último siglo.
Pero hay más razones, que son
similares a lo que han venido sufriendo todos los procesos progresistas y
revolucionarios del continente. El terrorismo mediático, claro que sí. Esa
andanada mortífera de mentiras lanzadas por los medios locales y externos,
creadores de “escenarios" como pocos, gestores de iniciativas
desestabilizadoras o maestros en la creación de “liderazgos”, como el realizado
con el golpista Leopoldo López, o apelando a la institucionalización del
“victimismo”. Allí está el ejemplo de la esposa del reo, Lilian Tintori, a la
que el dinero a raudales invertido por la coalición antichavista internacional
(los Aznar, los Felipe González, los Pastrana o los Tuto Quiroga y Uribe Vélez)
sirvió para pasearla por todo el mundo, a efectos de provocar adhesiones en su
cruzada contra “el dictador Maduro”.
Todos estos elementos son un detalle
que quizás no hubieran alcanzado para llegar hasta este presente, si detrás de
cada una de las jugadas contra el gobierno venezolano no estaría el Imperio y
una larga lista de cómplices, entre los que el fascismo español ocupa la
delantera. Es precisamente ese protagonista tan especial, que desde el mismo
momento en que Hugo Chávez llegó al gobierno, puso en marcha todos los
mecanismos para lograr su derrocamiento. De idéntica manera pero con diferentes
resultados a lo que intentaron hacer con la Cuba de Fidel y Raúl.
Ese imperio es, no hay que
olvidarse, el enemigo principal de la Revolución que ahora está al borde del
precipicio, pero a la vez debería ser la matriz que provoque un gigantesco y
urgente esfuerzo de reconstrucción de las fuerzas populares para enfrentarlo en
todos los terrenos posibles. No es que se haya perdido una elección, sino que
se puede perder una Revolución, y eso sí que cuesta años o a veces siglos, si
se piensa en recuperar un escenario similar.
Todo indica que no hay que bajar
los brazos ni caer en depresiones paralizantes, aún "tenemos Patria” y a
la vez se corre contra reloj, como para titubear o sumergirse en propuestas
tibias, claudicantes, socialdemócratas, que suelen abundar en las entrañas del
Proceso, inducidas por “asesores” europeos que en sus países son poco y nada.
Se trata de defender todas las conquistas alcanzadas, las Misiones, la
Educación, las viviendas, la tierra repartida. Contra todo ello embestirá sin
dudas, con desprecio y prepotencia racista, ese “universo” que representa la
oposición derechista que ahora ha llegado con fuerza a la Asamblea Nacional.
Entregarles las conquistas, sería suicida. Endurecer el proceso revolucionario,
escuchar lo que se grita en barrios y parroquias, ir por todo, a pesar de las
circunstancias, quizás no resulte exitoso, pero vale la pena intentarlo. Existe
un liderazgo, Nicolás Maduro, el hombre en el que el Comandante Chávez depositó
todas sus esperanzas y confianza. El jefe de un ejército de humildes y
patriotas que ha sabido cumplir con la difícil tarea, a pesar de los pesares.
Qué más se necesita para empinarse de valor y pegar un volantazo, con el pueblo
movilizado en la calle. Aún estamos a tiempo, y vale la pena recordar en estas
duras circunstancias, aquella frase premonitoria pronunciada por Fidel después
del desembarco del “Granma”: “tenemos 10 hombres y 10 fusiles, vamos a ganar la
Revolución”. A casi 57 años de esa gesta, Cuba sigue de pie.
jueves, 3 de diciembre de 2015
Análisis particular de la Conferencia de Carlos Taibo
Analizar una conferencia de la
cual tienes conciencia va a ser de tu agrado y extraer de ella puntos con los
que de alguna manera puedes encontrar matices, resulta una tarea ardua. Este
tema me sucede con la Conferencia impartida por el profesor Carlos Taibo, este
lunes pasado 30 de noviembre en Almansa sobre decrecimiento. Un término, el
cual anima como poco a reflexionar acerca de su significado, consecuencias del
debate y lo que configura sus aspectos colindantes.
Podríamos empezar con lo que él
llama “el modo de vida esclavo”, resultado de tres pilares fundamentales a su
entender que son: la publicidad, el crédito y la caducidad programada. A mi
manera de entender y según lo expresa parte de un concepto, el cual trate en un
artículo (http://miguelcirculandoporlaizquierda2.blogspot.com.es/2015/11/nos-confundimos-con-el termino.html),
y que yo creo confundido, entre otros también en el ideario, parece ser asumido
en parte por su reflexión y que vendría a decir que soportamos interminables
horas de trabajo para mantener un modo de vida que no nos es propicio. Ante
esto hay que expresar dos asuntos: primero del cual, la explotación que es como
a mí me gusta llamarlo para ser clásico en los términos y no “modo de vida
esclavo”, se produce en sociedades como la capitalista constituidas en clases,
donde la nuestra, la trabajadora no tiene posibilidades de elección cuando se
entra en esa relación social de producción.
Con lo cual no es algo que
voluntariamente se pueda decidir dentro del capitalismo, si nos atenemos al
principio mismo de este detestable sistema. Vamos!!!!, si has de trabajar
interminables horas, ir a horarios extraños o desplazarte a largas distancias
es por el simple hecho de que no somos dueños de esos medios de producción para
poder decidir en esos aspectos. Por supuesto que estos pilares que menciona son
básicos para que se fundamente un modo de producción, pero también lo son otros
básicos en la conformación de la superestructura capitalista como es el sistema
educativo, las instituciones y aquí englobo
a todas y cada una de ellas que le son viables a este sistema o algo como el
“sentido común” que es un constructo de esa misma idea.
Desde esa visión libertaria,
fuente de debates y opiniones encontradas con otras tradiciones emancipatorias como
la marxista, se nos dice y se centra la línea a trabajar a través sobre todo de
la exploración subjetiva y el reforzamiento interior de cada cual. Mi opinión
es no sólo esto, si no también creando capacidad de organización colectiva, con
el fin no sólo de conseguir espacios de intercambio y avance proletario, si no
alcanzar a tomar “los palacios de invierno” con esa organización y cambiar el
orden de las cosas.
Le dejo con el discurso
bienintencionado, pero erróneo de base aducido por la tradición anarquista “cada progreso del estado es un espacio
perdido para las personas”. En estadios de conservación de este despiadado
sistema hasta su total eliminación, debe existir un estado que prime, defienda
y luche por la clase trabajadora y capas populares. Con ello cuando se habla de
“autogestión”, siendo necesario, se obvia otras posibilidades retrotrayendonos
a los tiempos de los Falansterios de Fourier, propio del más inútil idealismo,
frente al cual K. Marx enunció aquello de que “hasta hoy los filósofos se han
dedicado a interpretar el mundo, de lo que se trata es de transformarlo”. Con
esto contrapongo a esa idea el presupuesto de que aunque se incida de forma
individualizada en un espacio concreto y apartado del “mundanal ruido”, la
conformación de sociedad de clases, tal y como determina el capitalismo
seguiría existiendo, muy a pesar de quienes hayan decidido apartarse de esas
relaciones de producción.
Por esta razón es lógico pensar
que desde las tradiciones libertarias y más concretamente la anarquista se
piense de esa manera y no se atiendan a considerar como posibles la toma del
estado y la intervención del cual en aspectos vitales como (control de los
medios de producción, nacionalización de empresas, o cambio de normas
legislativas) por poner unos ejemplos, para avanzar hacia una sociedad sin
clases donde el estado una vez eliminada esa dicotomía sería innecesario.
miércoles, 2 de diciembre de 2015
Cerca de 900 empresas españolas se mudan a Andorra para aprovechar sus ventajas fiscales
Un total de 126 millones de euros
en proyectos de inversión españoles han pedido autorización para instalarse en
el Principado desde 2012. El tipo general del impuesto de sociedades y del IRPF
en el país pirenaico es del 10% y el del IVA, del 4,5%; en 2016, además,
entrará en vigor un convenio para no tributar tampoco en España.
Un total de 889 empresas
españolas se han asentado en Andorra desde julio de 2012 para aprovechar las
ventajas fiscales que ofrece el Principado. De hecho, el 60% de las solicitudes
que el Gobierno andorrano ha recibido desde entonces proceden de España. En esa
fecha el país pirenaico aprobó una ley de apertura de todos sus sectores
económicos a la inversión extranjera que, además, simplificó los procedimientos
para crear empresas. Poco antes ya había empezado Andorra a adecuar sus leyes
tributarias a los estándares internacionales. También ha firmado acuerdos para
intercambiar información fiscal con una veintena de países. Así ha conseguido
salir de la lista internacional de paraísos fiscales.
Lo que no quiere decir que haya
renunciado a los bajos impuestos. En Andorra el impuesto de sociedades es sólo
del 10%, y para las sociedades que exploten intangibles –marcas y patentes, por
ejemplo–, se dediquen al comercio internacional o sean holdings –gestión
financiera de un grupo– se queda en un 2%. En España, el tipo general del
impuesto de sociedades es del 28%.
Como resultado, un total de 126
millones de euros en proyectos españoles se prepararon durante los últimos tres
años para huir al Principado. No todos han sido autorizados por el Gobierno
andorrano y finalmente se han materializado en sociedades constituidas y
debidamente formalizadas 63,4 millones, el 60%.
A tenor de las cifras, el interés
español por el país pirenaico crece a buen ritmo. En 2013 se presentaron
proyectos españoles por importe de casi 16 millones de euros. Un año después,
la cifra se multiplicó casi por cinco, alcanzando los 75 millones de euros. De
2015, el Gobierno andorrano sólo facilita cifras de los dos primeros
trimestres. En esos seis meses, el valor de las inversiones españolas que
pidieron autorización asciende a 21,3 millones de euros; es decir, más que en
todo 2013. La media de empresas españolas interesadas es de 70 al trimestre.
En cualquier caso, habrá que
esperar aún a ver el efecto llamada que un tercer elemento –sumado a la
apertura y a la baja fiscalidad– puede tener en la huida de empresas españolas
al Pirineo. El pasado enero Mariano Rajoy firmó en Andorra un convenio para
evitar la doble imposición. Ya ha sido aprobado por las Cortes, pero aún está
pendiente de los últimos trámites diplomáticos para que entre en vigor. Puede
tardar aún unos tres meses, según explica Imma Jiménez, directora general de la
agencia pública de promoción económica Andorra Desenvolupament i Inversió
(ADI).
El Principado también ha firmado
otro acuerdo con Francia, en vigor desde el pasado mes de julio; con Portugal,
todavía pendiente de ratificación; Liechtenstein y Luxemburgo. Está negociando
igualmente con Austria, Bélgica, Polonia, Suiza e incluso Australia. Con este
tipo de convenios se pretende dar “garantía jurídica” a las inversiones,
evitando que las empresas paguen impuestos dos veces. Para sus críticos, en
cambio, se trata de una forma de cambiar la evasión por la “elusión fiscal”
que, a diferencia de la primera, no supone delito alguno.
IRPF del 10%, IVA del 4,5%
El Gobierno andorrano ya ha
organizado al menos dos actos en Madrid para atraer inversiones españolas, el
último el pasado septiembre. Participaron la ministra de Fomento, Ana Pastor, y
el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz. Ambos invitaron a los
empresarios españoles a invertir en Andorra por su nuevo marco legal,
“coherente y sensato”. Los atractivos fiscales pirenaicos no se limitan al
impuesto de sociedades. El IRPF, creado en 2014, tiene un tipo general del 10%
e incluye deducciones y bonificaciones. También se aplica el IGI (Impuesto
General Indirecto), el equivalente al IVA, que es del 4,5%. Igualmente hay un
tipo superreducido del 0%, uno reducido del 1%, uno especial del 2,5% y uno
incrementado del 9,5% para servicios bancarios y financieros. En España, el
tipo general es del 21%, el reducido del 10% y el superreducido del 4%.
Los requisitos para establecer en
Andorra una empresa de los tres tipos que permiten pagar sólo un 2% por el
impuesto de sociedades son, además, mínimos. Únicamente se exige un empleado a
media jornada y un local de 20 metros cuadrados. A las sociedades de gestión e
inversión financiera se les requiere adicionalmente un capital social mínimo de
250.000 euros. Están exentas de impuestos sobre sus dividendos y plusvalías.
Un paro del 3%, el 21% del PIB
gracias a sus bancos
Con un PIB de 2.525,5 millones de
euros en 2014, Andorra goza de una renta per cápita de 35.786 euros, muy por
encima de los 22.500 euros de la española. El salario medio es de 2.053 euros
al mes y el salario mínimo, de 962 euros. Muy superiores, por tanto, a los
españoles: 1.891 euros brutos el primero y 648,6 euros el segundo. Andorra sólo
tiene en paro al 3% de sus 70.000 habitantes.
El 21% de su PIB procede del sector
financiero. Pero el objetivo del Gobierno andorrano son sus cambios legales y
tributarios es diversificar su economía, tocada por la crisis mundial y
arrastrada por la recesión que ha dejado tiritando España, su principal socio
comercial. A España exporta el 57% de sus bienes y de ella importa el 61%. Pues
bien, Andorra no quiere depender exclusivamente de sus bancos, ni del turismo
ni del comercio. Y busca inversiones en nuevos sectores. Para eso ha creado
cinco clústers –grupos de empresas– pensados para atraer hasta el Pirineo al
turismo sanitario de lujo, compañías de nuevas tecnologías –pretende
convertirse en un “país laboratorio”–, nuevos proyectos educativos, e-health
–nuevas tecnologías al servicio de la salud– y empresas de cosmética y belleza.
El 40% de las cerca de 400 empresas que se han integrado en los clústers son
extranjeras, apunta la responsable de la agencia de promoción económica
andorrana.
sábado, 28 de noviembre de 2015
Las guerras no aparecen por ciencia infusa, son fruto de los intereses de las clases dominantes.
Vaya de antemano mi posición contra las barbaries de las guerras que se
ceban siempre sobre los más débiles y desprotegidos de la sociedad. Dicho esto
y diseccionando el manifiesto de lectura de mañana en las concentraciones
contra la probable participación de España en una eventual intervención en
Siria, habría que matizar algunos aspectos.
El primero de ellos es el de que por si no se habían dado cuenta en el
mundo hay un sin fin de conflictos, en la gran mayoría de ellos auspiciados y
fomentados por quienes tenemos como aliados, apenas si aparece en este
manifiesto.
Es cuando se producen los atentados de París, cuando se aceleran las
opiniones y contraopiniones, evitando un análisis general de la coyuntura desde
sus inicios y donde priman los intereses geoestrategicos de las potencias
occidentales, obviándolos del debate y reduciéndolo a una visión eurocentrista.
Quiero decir con esto, pocos fuimos quienes nos dispusimos contra la agresión a
Libia, a Ucrania o antes a Yugoslavia, por poner unos ejemplos. Salimos en el
"No a la guerra" a la intervención en Irak porque era ilegitimo
entrar a sangre y fuego en ese país soberano por medio de mentiras y
manipulaciones, pero posteriormente los poderosos colaron de rondón
intervenciones inaceptables.
Con seguridad estaré muy de acuerdo con muchas de las personas que por
buena voluntad acudan a esta muestra de repudio hacía la guerra, pero se me
hace un mundo soportar como entre estas personas firmantes del manifiesto se
encuentran algunas a las que las intervenciones otanistas en países soberanos
antes mencionados, solo les ha faltado hacer palmas con las orejas.
Del enunciado del manifiesto sacaría una frase desgraciada que busca
equiparar a quienes irían allí a intervenir en el conflicto para asegurar sus
intereses de clase, diría yo, con los que están luchando desde el gobierno
legitimo de Siria hace 5 años para que su territorio no se convierta en un
estado fallido, como llevan intención de convertir estos que tienen ese ánimo
guerrero. El enunciado en sí es totalmente desafortunado y fuera de lugar
metiendo en un todo con el " unos y otros trafican con influencias, armas
e intereses geoestrategicos". De este modo lo que se da a entender es que
quienes están sufriendo la desestabilización del país han de permitir se
termine de desestabilizar Siria y los que quieren ir allí a intervenir en el conflicto
que no lo hagan. Hago notar la lectura del conflicto que hace el PP como la que
mejor sabe que hacer para sus intereses de clase, frente a posturas que
renuncian a ciertos aspectos cruciales.
A mi entender cierta progresía del buen rollismo, paz zen y ni buenos ni
malos termina por favorecer los planes del imperialismo tendentes a
desestabilizar zonas concretas del planeta para generar nuevos territorios de
apropiación de recursos tanto naturales como humanos. Y es que la democracia y
DDHH entendidos con los cálculos económicos de occidente son incompatibles con
la vida y la autodeterminación de los Pueblos en muchas ocasiones.
De poco sirve un manifiesto si en su redacción se eliminan consideraciones
como quienes han armado a estos criminales yihadistas, quienes les siguen
apoyando con la excusa de decir que son "moderados", quienes
empezaron y no han terminado de menear el tablero en esa zona del mundo, porque
se continua financiando, comprando el petroleo que esos sanguinarios roban al
Pueblo de Siria y venden en nuestras gasolineras o los proveen de armas a
través de intermediarios para que sigan teniendo capacidad destructora.
Todo esto es básico para que se consiga acabar con la bestia que creó el
imperialismo yanki para sus fines espurios hace muchas décadas ya en Afganistán
para sacar a los soviéticos de suelo afgano. Pero claro esto no merece la pena
moverlo, pues pertenece al siglo pasado y no se ha de mirar para atrás, no se
vean las vergüenzas propias.
Lectura del Manifiesto del 28 de Noviembre contra la guerra: pinchad aquí
martes, 24 de noviembre de 2015
Yes, Sir!
Tal como se preveía, no habían transcurrido doce horas desde su victoria electoral cuando en su conferencia de prensa de ayer Mauricio Macri ratificó su vocación de convertirse en un proxy de Washington en la región. En línea con los deseos de la Casa Blanca arremetió contra la República Bolivariana de Venezuela y confirmó que solicitaría la suspensión de ese país como miembro del Mercosur porque, según él, habría infringido la cláusula democrática al “perseguir a los opositores y no respetar la libertad de expresión”.
Derrocar al gobierno bolivariano es una vieja obsesión del gobierno de Estados Unidos, para cuyo efecto no ha reparado en límite o escrúpulo alguno. Hasta ahora su ofensiva sólo había encontrado un socio dispuesto a avanzar por ese escabroso sendero: el narcopolítico colombiano Álvaro Uribe. Juan M. Santos, que lo sucedió en el Palacio Nariño, no se prestó a tan peligroso juego. Es más, el conservador presidente colombiano no se ha cansado de agradecerle a Venezuela su colaboración en el proceso de paz en curso en La Habana. Macri parece ignorar estas sutilezas de la política internacional y ser un hombre temerario y de frágil memoria, combinación peligrosa si las hay. Habría que recordarle que la sumisión incondicional al imperio ya se practicó en la Argentina durante el menemato, con el nombre de “relaciones carnales”, y que este país pagó con sangre tamaña insensatez. No se entiende por qué habría de repetir ese desatino, salvo para dar cumplimiento a un acuerdo secreto con la Casa Blanca cuya contrapartida seguramente no tardaremos en conocer.
Macri parece no haber sido tampoco informado que el pasado 28 de Octubre la República Bolivariana fue reelegida para integrar el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. La Asamblea General de la organización aprobó esa resolución con 131 votos, sobre un total de 192 miembros. Formular las acusaciones que hizo Macri pasando por alto un dato tan significativo como este, que ratifica la presencia de Venezuela en un organismo en el cual participan países como Francia, Estados Unidos, Alemania y Japón, es por lo menos un acto de llamativa irresponsabilidad o una muestra de peligroso amauterismo en el manejo de las relaciones internacionales. ¿Cree acaso que los países del Mercosur van a acompañar su arrebato antibolivariano? ¿Ignora que las decisiones del Mercosur requieren el consenso de todos sus miembros? Para empezar, el canciller uruguayo Rodolfo Nin Novoa se apresuró a declarar que su país “no ve razón para aplicar la cláusula democrática a Venezuela en el Mercosur.” Y lo más probable es que el gobierno brasileño siga el mismo curso de acción, en cuyo caso las amenazas de Macri caerían producto de su inviabilidad política.
Volviendo al caso de los opositores políticos en Venezuela, ¿qué diría Macri si en los próximos días, siguiendo el ejemplo de Leopoldo López, Daniel Scioli hiciese público su desconocimiento del resultado electoral y poco después del 10 de Diciembre intensificase esa campaña movilizando contactos internacionales e impulsando, cada vez con mayor fuerza acciones violentas exigiendo “la salida” extraconstitucional de un “gobierno ilegítimo” apelando a procedimientos vetados por la constitución y las leyes de la república? ¿Llamaría en tal hipotético caso a Scioli un “opositor político” o lo calificaría, en función de la normativa vigente, como un político incurso en el delito de sedición, que en este país tiene una pena que oscila entre los cinco y veinticinco años de prisión. La legislación venezolana es similar a la argentina y ambas a la de Estados Unidos, donde el delito tiene una penalidad que, en ciertos casos, llega hasta la prisión perpetua o la pena de muerte. En realidad López, cuya mujer estuvo la noche del domingo en los festejos del bunker de Cambiemos, no es un “disidente político” injustamente perseguido por el gobierno bolivariano. Es el cabecilla de un intento de alterar por la fuerza el orden constitucional vigente en su país y derrocar al gobierno surgido de elecciones en un sistema que el ex presidente de Estados Unidos Jimmy Carter dijo que era “más confiable y transparente que el nuestro.” Para ello contó con la colaboración de Uribe, para reclutar un numeroso grupo de mercenarios que camuflados como heroicos “jóvenes universitarios” luchaban valientemente para restaurar las libertades conculcadas en su país. Lanzados a las calles para impulsar “la salida” de Maduro y el derrumbe del orden institucional vigente hicieron uso de cuanta forma imaginable de violencia pueda existir, desde incendios de escuelas y guarderías infantiles hasta la destrucción de medios de transporte públicos y privados, combinado con ataques violentos a universidades y centros de salud, erección de “guarimbas” (barricadas desde las cuales se controlaban los movimientos de la población y se apaleaba o asesinaba impunemente a quienes osaran desafiar su prepotencia) y asesinatos varios. Como producto de estos desmanes murieron 43 personas, la mayoría de ellas simpatizantes chavistas o personal de las fuerzas de seguridad del estado. Tiempo después se descubrió que buena parte de los “guarimberos” eran paramilitares colombianos y que casi no había universitarios venezolanos involucrados en esos luctuosos acontecimientos. La justicia de la “dictadura chavista” lo condenó a una pena de 13 años, 9 meses, 7 días y 12 horas de reclusión. Disconforme con la transición posfranquista en España, el 23 de Febrero de 1981 el teniente coronel Antonio Tejero Molina quiso también él alterar el orden constitucional tomando por asalto el Congreso de Diputados. En su cruzada restauradora el “tejerazo” no produjo ni una sola muerte ni hubo que lamentar pérdidas materiales de ningún tipo. Sin embargo, la justicia española lo sancionó con 30 años de prisión, expulsión del Ejército, pérdida de su grado militar e inhabilitación durante el tiempo de su condena. Nadie lo consideró un opositor político sino un militar sedicioso. Peor es el caso de López, por la mucha sangre derramada por su culpa y por la destrucción de bienes provocada por su apología de la violencia, pese a lo cual la sentencia de la justicia venezolana fue insólitamente benigna. Pero Macri no lo ve así y sigue considerándolo un opositor maltratado por un poder despótico. Mal comienzo en materia de política exterior. Y un paso preocupante en el intento de avanzar en el “reformateo” neoliberal del Mercosur, otra vieja ambición de Estados Unidos, para hacerlo confluir con la Alianza del Pacífico y la Unión Europea dominada por la Troika.
domingo, 22 de noviembre de 2015
Inditex y la responsabilidad solidaria
Amancio Ortega es ya el segundo hombre más rico del mundo, mientras Pablo Isla es el ejecutivo mejor pagado de todas las empresas españolas y los beneficios de Inditex han aumentado el 26% en el primer semestre de este año. Estamos habituados a ver noticias positivas sobre este grupo empresarial —del que forman parte marcas como Zara, Stradivarius, Bershka, Pull&Bear, Massimo Dutti y Oysho— en los grandes medios de comunicación; la última, que su presidente y consejero delegado acaba de ser nombrado embajador de la marca España porque “representa el dinamismo de la empresa española en todo el mundo”.
Pero, del mismo modo que para que
Isla pueda cobrar un sueldo más de 100 veces superior al del presidente del
gobierno hace falta que las trabajadoras de Inditex ganen un salario promedio 366
veces menor que el del máximo directivo de la corporación, esta compañía
solo puede continuar con el crecimiento sostenido de sus ganancias y con el
consiguiente pago de dividendos a sus accionistas —Ortega controla el 59% del
grupo y recibirá más de 960 millones este año por ello— de una
manera: recortando costes laborales mediante la externalización y la
deslocalización de su producción a otros países.
Ehsan Ullah Khan, activista pakistaní contra el trabajo
forzoso que padecen 400 millones de niños y niñas en el mundo y fundador del
movimiento Marcha Global, considera que Zara mantiene a miles de menores
cosiendo en industrias que forman parte del complejo tejido de subcontratas que
se expanden principalmente por Asia. Por su parte, el Centre for Research on
Multinational Corporations, una organización holandesa sin ánimo de lucro que
escruta a las grandes multinacionales, y la ONG India Committee of the
Netherlands han denunciado que los gigantes del textil cometen
“graves violaciones de los derechos humanos y laborales” cuando atraen
“mediante engaños y falsas promesas” a decenas de miles de niñas y adolescentes
indias a fábricas de ropa donde trabajan en “condiciones espantosas que
equivalen a trabajos forzados”. Y las denuncias interpuestas por la inspección
de trabajo contra Inditex en Brasil por el uso de talleres con trabajo esclavo
en la cadena de producción han sido reiteradas en los últimos años.
Sin embargo, esta gran
transnacional del textil entiende que la responsabilidad es únicamente de las
empresas proveedoras, que subcontratan de forma “no autorizada” la fabricación
de prendas de Zara en los talleres donde trabajan los menores de edad. Y alude
a las múltiples inspecciones voluntarias que realiza a lo largo de la toda
cadena de producción en diferentes países. En definitiva, se exime a sí misma
de cualquier responsabilidad legal al respecto. En este contexto, entonces,
¿tiene Inditex alguna responsabilidad jurídica sobre estos hechos?
Las modificaciones en la división
internacional del trabajo ponen de manifiesto una realidad que incide
directamente en los ordenamientos laborales: las presiones en las cadenas de
producción que generan empleo precario. La descentralización y la diseminación
productiva dan lugar a que la actividad empresarial se realice mediante
personal ajeno a la empresa a través de subcontrataciones y trabajo autónomo;
es decir, la externalización se convierte en el elemento central del actual
modo de producción. Además, la personalidad jurídica de las corporaciones
transnacionales se fragmenta en toda una serie de filiales, proveedores,
contratistas y subcontratistas, siendo la relación entre ellas puramente
mercantil, al menos desde la perspectiva del Derecho formal.
Así, Inditex considera que los
niños y niñas que trabajan en los talleres subcontratados no se encuentran bajo
su responsabilidad legal y que no puede controlar la mano de obra que emplea en
todos los países y a lo largo de todas las cadenas de producción. Lo que sí
hace Inditex, por el contrario, es aprovecharse de la externalización de costos
que le permite obtener grandes beneficios —mediante el pago de precios bajos a los
proveedores y, en su caso, a contratistas y subcontratistas por sus productos o
servicios; eso por no hablar de las prácticas de elusión fiscal: Inditex
dispone de 34 sociedades instrumentales en territorios de nula o baja
tributación— al margen de las condiciones laborales que tengan las trabajadoras
en la cadena de producción.
La libre circulación
internacional de mercancías y capitales, sin duda, dificulta identificar a los
verdaderos responsables de las operaciones económicas. Por eso, para evitarlo,
debe hacerse responsables a todos los actores económicos que se lucren con la
actividad mercantil, sea cual sea la fórmula jurídica utilizada por la empresa,
incluida la fractura en la cadena de producción entre proveedoras, contratistas
y subcontratistas. Se trata, al fin y al cabo, de profundizar en la
trazabilidad social del producto, responsabilizando al operador que lo ponga en
el mercado —remontando la cadena de producción y distribución—, tal y como hace
el Derecho Comunitario Europeo a la hora de regular la responsabilidad en
materia de productos defectuosos. De esta forma, Inditex es responsable de toda
su cadena de producción, ya que, como afirma el jurista francés Alain Supiot,
“el producto permanece cargado del espíritu de quien lo puso en circulación y
debe seguir respondiendo no obstante sus cambios de propietario”.
Las empresas transnacionales
quieren que sus obligaciones solo se ajusten a las legislaciones nacionales
—previamente sometidas a políticas neoliberales y reformas estructurales— y a
la mera responsabilidad social corporativa. Pero las ideas pseudo normativas
sobre las que bascula la RSC son la voluntariedad, la unilateralidad, la
no-exigibilidad y la autorregulación. De ahí que esta no sea únicamente una
respuesta ante las protestas sociales en su contra y un “lavado de cara” de su
actividad, sino, sobre todo, una nueva forma de configurar las relaciones entre
las grandes empresas y el conjunto de la sociedad en el modelo capitalista.
Este es el marco de sus “obligaciones”, que se mueve en los contornos de lo que
en otras ocasiones hemos llamado “la arquitectura jurídica de la impunidad”.
Además, junto a la voluntariedad
y la unilateralidad, hay que tener en cuenta los distintos mecanismos de
verificación y evaluación de la “responsabilidad social”. Más allá de la
pluralidad de sistemas, de su burocratización y de su dudosa imparcialidad, su
dimensión más perversa es la apariencia de legitimidad que dota a las memorias
de RSC. Sin embargo, la realidad es muy diferente: la pluralidad de mecanismos,
de sistemas y de índices de evaluación provoca un desconcierto y una
hiperinflación de datos, de información selectiva y unilateral que, lejos de
garantizar los contenidos de las memorias, refuerza a los equipos de RSC de las
transnacionales en detrimento de controles de los sindicatos, organizaciones y
movimientos sociales. Si se analizan las memorias anuales de Inditex, de hecho,
se ven reflejadas todas y cada una de las afirmaciones descritas; las denuncias
por trabajo esclavo y trabajo infantil nunca aparecerán recogidas en estos
informes, ya que la responsabilidad será —supuestamente— de las compañías
proveedoras, contratistas y subcontratistas, esto es, de “otras empresas”.
Es cierto, no obstante, que
Inditex firmó el año pasado un acuerdo marco global que permite que los
sindicatos intervengan en toda la cadena de producción y que implica una mejora
en la evolución de los códigos de conducta unilaterales y voluntarios, que son
sustituidos por mecanismos de interlocución y de participación sindical. Se
trata de un acuerdo que tiene fuerza contractual entre las partes pero no
efectos normativos; dicho de otro modo, la presencia sindical es un avance
importante aunque la última palabra la sigue teniendo la empresa.
Ante prácticas tan graves como
las expuestas, ¿por qué no puede demandarse a Inditex en los tribunales
españoles? Y es que, ya sea por medio de la extraterritorialidad o por la
modificación de la jurisdicción universal, crímenes tan graves como el uso del
trabajo infantil o el trabajo esclavo habrían de ser denunciados ante los
mismos. En este contexto, asimismo, parece necesario un marco normativo
internacional —imperativo y con efectos coercitivos— que retire la última
palabra a las empresas transnacionales; fundamentalmente, en base a tres ideas
centrales:
- *Las empresas transnacionales son
personas jurídicas y, en tanto tales, sujetos y objeto de Derecho, de modo que
el Derecho Internacional de los Derechos Humanos —incluidos el Derecho
Internacional del Trabajo y el Derecho Internacional Ambiental— resulta de
obligado cumplimiento para ellas.
- *Los dirigentes de las grandes
corporaciones —también los de Inditex— son personas físicas y las normas
jurídicas vigentes son también obligatorias para ellos. Particularmente en materia
civil y penal, las tendencias modernas, que se reflejan en las legislaciones
nacionales, reconocen la responsabilidad de las personas jurídicas,
admitiéndose la doble imputación: por un lado, es imputable la persona jurídica
—Inditex podría ser excluida de cualquier contrato o subvención pública, así
como multada o, incluso, disuelta—, por otro, las personas físicas —los
dirigentes de la transnacional— que tomaron la decisión incriminada.
- *Las empresas transnacionales
tienen una responsabilidad solidaria con sus filiales, así como con toda la
cadena de proveedores, contratistas y subcontratistas, ya que comparten la
responsabilidad por las violaciones de los derechos civiles, políticos
sociales, económicos, culturales y medioambientales —al estar conectadas
mediante las prácticas económicas— con las compañías multinacionales. Esta
responsabilidad solidaria es una cuestión esencial, teniendo en cuenta la
práctica habitual de las grandes corporaciones de externalizar costos, riesgos
y responsabilidades al tiempo que obtienen grandes beneficios.
Juan Hernández Zubizarreta y
Pedro Ramiro
lunes, 16 de noviembre de 2015
México multa a Telefónica con una sanción de récord por la mala calidad de su servicio móvil
La compañía española puede
recurrir la sanción en los tribunales en los 15 días hábiles siguientes a su
notificación oficial. El Instituto Federal de Telecomunicaciones, en funciones
de supervisión, es el que ha decidido imponer la multa. La inspección se inició
tras detectarse en la ciudad de León múltiples intentos de conexiones fallidas.
El regulador mexicano de
telecomunicaciones impuso a Pegaso PCS, subsidiaria de la española Telefónica,
una sanción de 410,9 millones de pesos (unos 23 millones de euros) "por
incumplir los niveles mínimos de calidad en el servicio móvil".
El Instituto Federal de
Telecomunicaciones (IFT) detalló este martes en un comunicado que se trata de
"la sanción económica más alta" que ha impuesto hasta ahora y aclaró
que la compañía puede acudir a los tribunales.
La decisión fue tomada por el
pleno del organismo con cinco votos a favor y dos en contra, tras un
procedimiento administrativo seguido en el IFT "en cumplimiento de su
mandato de supervisar y vigilar la adecuada prestación de los servicios a los
usuarios".
Como parte de dicho mandato y de
manera permanente, el IFT analiza la calidad de los servicios de
telecomunicaciones que prestan los diversos concesionarios, ha explicado.
Tras una revisión en la ciudad de
León, Guanajuato, se comprobó que Pegaso "tuvo una proporción elevada de
intentos de llamada fallidos", por lo que "se inició un procedimiento
de sanción en el que se concedió a la empresa concesionaria el pleno ejercicio
de sus garantías de audiencia y legalidad".
Analizados los argumentos
expuestos por la firma, el pleno del IFT determinó imponer la sanción, la cual
"puede ser impugnada en amparo indirecto dentro de los 15 días hábiles
siguientes a su legal notificación".
El IFT destacó que seguirá
vigilando que la prestación de los servicios de telecomunicaciones y
radiodifusión a cargo de los concesionarios se haga en las condiciones de
calidad y eficiencia que tienen encomendados.
domingo, 15 de noviembre de 2015
Grecia, cuando los movimientos sociales son todo lo que queda
Una abstención disparada, una desmovilización social y una inminente ola de severas medidas de austeridad llaman a una reflexión crítica tras la victoria de Syriza.
En realidad, no hay nada que celebrar. Quizá los izquierdistas europeos llegados a Atenas para apoyar a Syriza puedan justificar sus celebraciones, dado que su visión de Syriza es externa y las más de las veces romántica. En lo que atañe a los griegos, no hay duda de que hay gente de izquierdas honrada y de buena voluntad que ha votado a Syriza o es incluso (todavía) miembro de Syriza. Pero tras los acontecimientos de los últimos meses lo último que quieren es celebrar nada.
Eslogan electoral de Syriza en una parada de autobús: “Está llegando la Esperanza” Graffiti debajo: “Yo sólo estaba esperando el autobús”
¿Qué tienen que celebrar, cuando mañana el nuevo gobierno liderado por Syriza tiene que poner en práctica y supervisar la implantación de un duro ataque a la naturaleza y a las clases populares, habiendo renunciado a su capacidad de legislar sin la tutela de Bruselas y Berlín, y estando bajo el chantaje continuo de los acreedores?
El pragmatismo de la Izquierda y la desmovilización social
El nuevo “argumento de venta” de Tsipras es su lucha contra la corrupción y la oligarquía, ya que su recién adoptado “pragmatismo” dice que no puede seguir luchando contra la austeridad y la reestructuración neoliberal. De este modo, el horizonte de la Izquierda en Grecia se ha convertido en una “austeridad con rostro humano”, en una “menos corrupta” y “más justa” aplicación de la barbarie neoliberal.
El nuevo “argumento de venta” de Tsipras es su lucha contra la corrupción y la oligarquía, ya que su recién adoptado “pragmatismo” dice que no puede seguir luchando contra la austeridad y la reestructuración neoliberal. De este modo, el horizonte de la Izquierda en Grecia se ha convertido en una “austeridad con rostro humano”, en una “menos corrupta” y “más justa” aplicación de la barbarie neoliberal.
Por desgracia, en los próximos meses vamos a ser testigos de cómo la “madurez política” y el “pragmatismo” de Tsipras se extienden a nuevas áreas: el pragmatismo dice que no se puede luchar contra aquéllos que poseen la riqueza y los medios de comunicación en Grecia, que no se puede cerrar la desastrosa mina de oro en Skouries, que se tienen que privatizar las compañías de agua después de todo, que no puedes permitir que ocupaciones de los trabajadores como VIOME desafíen la propiedad privada, y que la forma de tratar la protesta y las voces discordantes es desplegando las fuerzas del orden público.
En resumen, el pragmatismo de la Izquierda va a lograr todo lo que la arrogancia de la Derecha no pudo; es decir, someter a una población que ha estado luchando contra la barbarie neoliberal durante 5 años.
Mientras tanto, los movimientos sociales han sido engañados para quedar a la espera, a la espera de que Syriza cumpla el papel que se auto-asignó: el de mediador entre la resistencia social y el poder político. El gobierno está ganando tiempo, mientras la desmovilización de la acción social implica la derrota de las luchas una por una: los trabajadores auto-gestionados de ERT apartados por la nueva dirección, el movimiento anti-minas en Halkidiki sufriendo la destrucción de su tierra… ¿Quién será el próximo? ¿Quizá el auto-gestionado VIOME, luchando por legitimar su actividad en condiciones adversas? ¿Puede que el movimiento por el agua de Thessaloniki, que luchó con fiereza y detuvo la privatización, sólo para ver cómo ésta volvía a la mesa según los términos del nuevo memorándum?
Mientras tanto, los movimientos sociales han sido engañados para quedar a la espera, a la espera de que Syriza cumpla el papel que se auto-asignó: el de mediador entre la resistencia social y el poder político. El gobierno está ganando tiempo, mientras la desmovilización de la acción social implica la derrota de las luchas una por una: los trabajadores auto-gestionados de ERT apartados por la nueva dirección, el movimiento anti-minas en Halkidiki sufriendo la destrucción de su tierra… ¿Quién será el próximo? ¿Quizá el auto-gestionado VIOME, luchando por legitimar su actividad en condiciones adversas? ¿Puede que el movimiento por el agua de Thessaloniki, que luchó con fiereza y detuvo la privatización, sólo para ver cómo ésta volvía a la mesa según los términos del nuevo memorándum?
El fracaso de la escisión de Syriza “Unidad Popular” en su intento de movilizar a los votantes de izquierdas no es ninguna sorpresa; a pesar de su retórica anti-memorandum, el nuevo partido repitió algunas de las más reprobables prácticas de Syriza: se constituyó en un proceso vertical, únicamente sobre cuadros de partido, construido en torno a flamantes y egocéntricas personalidades, proyectando una hegemonía sobre movimientos y otras fuerzas políticas, buscando seguidores más que aliados, y presentando su programa de reconstrucción del capitalismo nacional fuera del euro, centrado en el Estado, como el Santo Grial de la política transformadora. Fracasó en la movilización de los ex-votantes de Syriza, la mayoría de los cuales prefirió quedarse en casa antes que salir a votar por Unidad Popular; también fracasó cuando trató de convencer a las bases de Syriza simpatizantes de los movimientos, que hasta ahora permanecen políticamente sin hogar. Esto, así, permitió a Tsipras emerger como el vencedor absoluto del juego electoral.
Abstención electoral y el “mal menor”
Algunos podrían argumentar que la conservación de su porcentaje de voto por Syriza en las elecciones del domingo es un signo de que el grueso de la población consiente el “pragmatismo” del partido. Habría que remarcar dos puntos al respecto:
Primero, es una postura perfectamente respetable votar por Syriza como el mal menor neoliberal. Votar por definición implica complejos cálculos, chantaje político y una serie de dilemas éticos que los griegos han afrontado tres veces en menos de 8 meses. Aquéllos que se abstienen por razones políticas no pueden esgrimir una superioridad moral con respecto a quienes usan la instrumentalidad de su voto en esta variable y compleja situación política. Pero no supongamos tampoco que todos los que materializaron un voto instrumental por Syriza con miras a impedir la reinstauración de la detestada Nueva Democracia se van a quedar de brazos cruzados cuando el gobierno comience su asalto contra la gente y la naturaleza en los próximos meses.
Algunos podrían argumentar que la conservación de su porcentaje de voto por Syriza en las elecciones del domingo es un signo de que el grueso de la población consiente el “pragmatismo” del partido. Habría que remarcar dos puntos al respecto:
Primero, es una postura perfectamente respetable votar por Syriza como el mal menor neoliberal. Votar por definición implica complejos cálculos, chantaje político y una serie de dilemas éticos que los griegos han afrontado tres veces en menos de 8 meses. Aquéllos que se abstienen por razones políticas no pueden esgrimir una superioridad moral con respecto a quienes usan la instrumentalidad de su voto en esta variable y compleja situación política. Pero no supongamos tampoco que todos los que materializaron un voto instrumental por Syriza con miras a impedir la reinstauración de la detestada Nueva Democracia se van a quedar de brazos cruzados cuando el gobierno comience su asalto contra la gente y la naturaleza en los próximos meses.
En segundo lugar, y más importante, mientras el sistema político está diseñado para mantener las apariencias y garantizar la continuidad en el poder, no se puede negar que el aspecto más significativo de las elecciones del domingo fue la abstención, que se disparó hasta el 45% partiendo del 36% en enero y del 29% en 2009. Es fácil calcular que en un país con 10 millones de votantes registrados esto se traduce en más de 4 millones de personas que no votan, o en cerca de 1 millón y medio que han perdido la fe en el sistema político desde el inicio de la crisis. Esta última cifra representa aproximadamente el mismo número de personas de las que votan por uno u otro de los dos más importantes partidos políticos.
No deberíamos precipitarnos y declarar a todas estas personas como integrantes de la emancipación social y la auto-determinación, como algunos anarquistas quisieran. Sin duda una masa social crítica se abstiene de votar porque tiene un concepto de la política como la representación de un proceso colectivo, no como el ritual de llenar una urna (ninguno de ellos necesariamente excluye al otro). En todo caso, un amplio abanico de motivos y circunstancias puede conducir a este desencanto, entre los cuales pueden estar la apatía, la impotencia, el individualismo y la resignación.
Mientras el sistema político no se podría preocupar menos por esta enorme masa de ciudadanos desencantados (mientras se queden en casa y no voten por partidos-protesta que pudieran causar disrupción, les da lo mismo), de hecho quienes deberían de verdad estar preocupados por esta parte de la población son los movimientos sociales y los movimientos ideológicos que se sienten más cercanos a la calle; a saber, el movimiento libertario y la Izquierda extra-parlamentaria. ¿Cómo podemos atravesar el muro de la apatía y el individualismo, conectar con los deseos y aspiraciones de la población desencantada, y cultivar el espíritu colectivo, la organización social y la creatividad, el deseo de cambio y la emancipación?
Lo inadecuado de las prácticas políticas
Desgraciadamente, grandes fragmentos de los movimientos libertarios e izquierdistas están más preocupados de preservar su identidad que de conectar con las clases desencantadas. Distribuimos nuestros manifiestos indescifrables, en gran medida para uso interno; nos aferramos a nuestra pureza ideológica y a nuestro maximalismo retórico; vociferamos nuestros agrios eslóganes y acunamos nuestras banderas; presumimos cuando tenemos un puñado más de manifestantes en nuestras marchas o cuando nuestros partidos consiguen unos miles más de votos en las elecciones. Mientras tanto, millones de personas ahí fuera están hambrientas de cambios sociales, pero están probablemente resignadas a una existencia individualista, y nosotros no tenemos los medios de llegar hasta ellas.
Desgraciadamente, grandes fragmentos de los movimientos libertarios e izquierdistas están más preocupados de preservar su identidad que de conectar con las clases desencantadas. Distribuimos nuestros manifiestos indescifrables, en gran medida para uso interno; nos aferramos a nuestra pureza ideológica y a nuestro maximalismo retórico; vociferamos nuestros agrios eslóganes y acunamos nuestras banderas; presumimos cuando tenemos un puñado más de manifestantes en nuestras marchas o cuando nuestros partidos consiguen unos miles más de votos en las elecciones. Mientras tanto, millones de personas ahí fuera están hambrientas de cambios sociales, pero están probablemente resignadas a una existencia individualista, y nosotros no tenemos los medios de llegar hasta ellas.
Mientras muchos interpretarían el 45% de abstención como un rechazo saludable del simulacro sin sentido que es la democracia representativa, se puede también interpretar como un fracaso, o más bien como una sucesión de fracasos: el fracaso de un orden social al tratar de integrar grandes porciones de la población en la vida social mayoritaria; el fracaso de un sistema político al intentar ofrecer vías efectivas para el cambio del susodicho orden social; el fracaso de los movimientos sociales y la Izquierda para crear un nuevo imaginario de transformación de este sistema político.
Una oportunidad para reflexionar
La política de “no hay alternativa” promovida por nuestro gobierno de izquierdas seguramente aumentará la resignación y la apatía; aun así una sociedad bajo presión extrema durante tantos años acabará sin duda explotando tarde o temprano. Los movimientos sociales en Grecia han producido respuestas admirables hacia la auto-emancipación en los últimos años, pero no han podido articular estas respuestas en una voz coherente, en una propuesta para superar el orden político y económico actual. Han idealizado la parcialidad y la fragmentación, y de este modo han sido manipuladas para someterse al proyecto hegemónico de Syriza.
La política de “no hay alternativa” promovida por nuestro gobierno de izquierdas seguramente aumentará la resignación y la apatía; aun así una sociedad bajo presión extrema durante tantos años acabará sin duda explotando tarde o temprano. Los movimientos sociales en Grecia han producido respuestas admirables hacia la auto-emancipación en los últimos años, pero no han podido articular estas respuestas en una voz coherente, en una propuesta para superar el orden político y económico actual. Han idealizado la parcialidad y la fragmentación, y de este modo han sido manipuladas para someterse al proyecto hegemónico de Syriza.
La pírrica victoria de la Izquierda en las últimas elecciones del domingo debería dar inicio a un proceso de reflexión crítica, tanto en Grecia como en toda Europa. Tenemos por delante momentos difíciles de resistencia, y los movimientos sociales, no importa cuán pequeños e insignificantes, constituyen en este momento la única fuerza antagónica que queda contra la barbarie capitalista.
Theodoros Karyotis
Septiembre 2015
Septiembre 2015
¿Nos confundimos con el término explotación?
Ya lo decía K. Marx, “Los trabajadores no tienen nada que perder, salvo sus cadenas. Tienen un mundo por ganar”, Nuestras cadenas son forjadas por nosotros mismos en actos de voluntaria e involuntaria conciencia.
Trato con esto de despejar entre todo el proletariado la realidad incuestionable de la palabra explotación en nuestros días, extrapolada desde los mismos inicios de aparición del hecho de producirse la explotación del ser humano por el mismo ser humano. No sin antes decir que la clase dominante burguesa cuando tomó el poder y desbancó a la obsoleta nobleza llevaba bajo sus ideales libertadores la concepción de la esclavitud en su seno pero legalizándola de la abstracción hasta ese día resuelta por las clases perdedoras en la pugna. Dicha legalización se produjo dando el paso a corresponderle una relación mercantilizadora donde unos vendían su fuerza de trabajo y otras la compraban en un acto de aparente libertad burguesa, bajo las leyes burguesas y la conformación de la sociedad burguesa como tal en dicha cosmovisión.
Por más que nos quieran hacer creer que se trata de unas relaciones consentidas, contractuales, equidistantes, justas e iguales, no pueden soportar que se les desvele su modo de producción capitalista, se les caiga la careta a cada instante se instaura una nueva relación contractual, básicamente porque están instauradas en el modelo y esquema burgués de explotación.
El ideario cristiano-burgués tan inculcado en las conciencias de los pueblos con una base capitalista occidental ha resuelto la misma peregrina explicación en cuanto a tener que soportar el trabajo como un castigo divino y consecuente al hecho de “tenerse que ganar la vida con el sudor de tu frente”, este dilema lapidario ha quedado inserto en el subconsciente del común de los mortales como algo ineluctible, desbancando el necesario análisis crítico que proporcionaría un prisma diferente y emancipador.
Dicho lo cual, conocemos de no hace mucho como al explotador Amancio Ortega se le loaba en todos los medios del régimen por haber conseguido, aunque fuera por tan sólo unas horas ser la persona más rica del mundo, contando por tanto con el subsiguiente reconocimiento y merecimiento a tal “destacable” honor. Lo que nadie dice de esos medios de intoxicación comprados es que su fortuna ha nacido del trabajo enajenado arrancado de cada una de las interminables horas en las que los trabajadores y trabajadoras, en muchos casos niños, han dejado terminados su productos en condiciones paupérrimas salariales, higiénicas y de seguridad.
De tal manera, no se trata de un maleficio divino, ni de un designio de la providencia, ni nada parecido, la explotación es una relación de poder político de una clase sobre otra para perpetuar por tiempo su estatus de dominio. No se trata que estemos en contra de las actuales relaciones sociales laborales porque sea un pecado original, ni porque produzca cansancio trabajando infinitamente o por levantarse temprano o por desplazarse lejos de tu hogar, que también por supuesto al ser una consecuencia de ello, lo estamos porque no eres dueño de tu propio destino,
lo estamos por la enajenación que produce al vender tu fuerza de trabajo y no ser pagada por el valor del producto realizado, si no por la relación contractual burguesa donde se establece las condiciones de dominación dentro de un marco burgués jurídico.
Si se considerará el trabajo como un bien colectivo alejado de la obtención de plusvalía usurera, condicionándolo al interés colectivo no se trabajarían tantas horas por la sencilla razón de que el beneficio que se obtuviese sería revertido a la sociedad, se podría planificar la economía según las necesidades de la sociedad, se instaurarían relaciones de respeto con otros países de la periferia, los salarios serían de acuerdo a unos valores sociales de " a cada cual según sus capacidades, a cada quien según sus necesidades", no se atentaría contra el medio ambiente, por cierto a cada instante dando señales de fuertes tensiones
De tal manera, no se trata de un maleficio divino, ni de un designio de la providencia, ni nada parecido, la explotación es una relación de poder político de una clase sobre otra para perpetuar por tiempo su estatus de dominio. No se trata que estemos en contra de las actuales relaciones sociales laborales porque sea un pecado original, ni porque produzca cansancio trabajando infinitamente o por levantarse temprano o por desplazarse lejos de tu hogar, que también por supuesto al ser una consecuencia de ello, lo estamos porque no eres dueño de tu propio destino,
lo estamos por la enajenación que produce al vender tu fuerza de trabajo y no ser pagada por el valor del producto realizado, si no por la relación contractual burguesa donde se establece las condiciones de dominación dentro de un marco burgués jurídico.
Si se considerará el trabajo como un bien colectivo alejado de la obtención de plusvalía usurera, condicionándolo al interés colectivo no se trabajarían tantas horas por la sencilla razón de que el beneficio que se obtuviese sería revertido a la sociedad, se podría planificar la economía según las necesidades de la sociedad, se instaurarían relaciones de respeto con otros países de la periferia, los salarios serían de acuerdo a unos valores sociales de " a cada cual según sus capacidades, a cada quien según sus necesidades", no se atentaría contra el medio ambiente, por cierto a cada instante dando señales de fuertes tensiones
Alcanzado el desarrollo de las
fuerzas productivas como se ha llegado a ello actualmente en nuestras
sociedades el siguiente paso es avanzar en la materialización de unas nuevas
relaciones sociales de producción donde prime el bien común por encima de los
intereses de clase y alumbrar de esta manera unas sociedades, entonces sin
explotación y emancipadas de los que ahora unos llaman “castigo divino” pero
que no es más que la instauración de un modelo humano de explotación basados en
relaciones de dominación y como modelo
humano podemos y debemos acabar con él.
Acabo el texto enunciando dos
asertos de oportuna validez para este redactado:
-“En la sociedad comunista, el trabajo
acumulado no es más que un medio para ampliar, enriquecer y hacer más fácil la
vida de los trabajadores.”
-“El comunismo no priva al hombre de la libertad de apropiarse del fruto de su
trabajo, lo único de lo que lo priva es de la libertad de esclavizar a otros
por medio de tales apropiaciones.”