Fiesta del PCE 2010

En la carpa de Cuba con la bandera de la Revolución

Ruta de Aigualluts cerca de Benasque

En la pradera después de Aigualluts, a los pies del Aneto.

Impresionante cascada de Aigulluts

La espectacularidad de esta cascada es para no olvidarse de ella.

Las Gradas de Soaso

Un espectaculo en los Pirineos Aragones

Cascadas de la Larri en, la espectacularidad alubrada a nuestros ojos

Un valle Glaciar eún vivo en los Pirineos Aragones

A los pies del las agujas del Pico Perramo, con su ibón

Otro rincón sin desperdicio pero muy duro de alcanzar

La Alhambra de Granada

La Alhambra desplegando toda su majestuosidad por la noche

La Alhambra de Granada

El patio de los Leones después de su restauración

Caracassonne

Ciudad Patrimonio de la Humanidad al sur de Francia

Mont Saint Michel

En la Normandia francesa se encuentra emplazada esta abadía espectacular

Castillo de Chambord

En el Valle del Loira, merece la pena ver este chateau

La Cueva de Zugarramurdi

En el norte de Navarra, se encuentra este lugar misterioso

En el alto del Mugrón

Una jornada de reivindicación con la Plataforma contra el ATC de Zarra.

Vista Labor de Torregrande

Edificio centenario con planta defensiva acastillada en Almansa.

Fiesta PCE 2012

Cayo Lara apoyo la reivindicación de la Coordinadora en Defensa del Hospital de Almansa para su no privatización.

Marchas de la Dignidad

En pleno tramo de Chinchilla a Albacete de camino a Madrid con las Marchas 22-M.

Fiesta PCE 2014

Un rato distraido con Cayo Lara en los puestos de la Fiesta del PCE.

Fiesta PCE 2014

Gines Fernandez el Director de Mundo Obrero, mítico periódico del PCE.

Marchas de la Dignidad Almansa

Movilización contra los recortes sociales y libertades colectivas, reclamando Pan, Techo, Trabajo y Dignidad 21.03.2015.

VIDEOS MARXISTAS, MATERIALISMO HISTORICO, DIALECTICA, SOCIALISMO CIENTÍFICO. FILOSOFÍA MARXISTA
PACIFISMO BURGUÉS Y PACIFISMO REVOLUCIONARIO
MARX: DIALÉCTICA, HISTORIA Y COLONIALISMOS
HISTORIA DEL MARXISMO:CLASE 1-INTRODUCCIÓN

viernes, 9 de octubre de 2020

En el contexto internacional actual confluyen elementos que asoman la gran crisis global, se obliga un economicismo

 


El mundo transita una crisis sistemática sin precedente en la historia de la humanidad que afecta todas sus dimensiones.

 El panorama actual internacional se perfila para el periodo post pandemia en la competencia por los recursos y bienes económicamente vitales para alimentar nuevamente la moderna sociedad industrial; este fenómeno se conoce como “economicismo: Doctrina que concede a los factores económicos prioridad sobre cualquier otra índole”. Esta apariencia obliga a los actores en su afán por posicionarse sobre el tablero mundial expresar el interés sobre espacios importantes ejerciendo alianzas, sanciones, bloqueos hasta llegar a  la disposición, despliegue y empleo de fuerzas militares. El COVID-19 acelera el proceso y la competitividad económica eclipsa a las rivalidades ideológicas nuevamente, la plutocracia toma espacios y abre la brecha entre capitalismo y cualquier otro modelo.

Se evidencia la gestación de una crisis económica que superará “La gran depresión de 1929”, su efecto político, económico y social fue tan devastador que configuró el inicio de la Segunda Guerra Mundial en 1939; ahora pudiera no ser menor dicho efecto. Aquella inició por una competencia empresarial que excedió los mercados y produjo la caída del valor de los títulos de las empresas en la Bolsa de Valores en New York; hoy, es la misma caída, pero por un elemento exógeno al mercado de valores:

Una pandemia que paraliza el consumo y la rotación de capitales, pero a su vez acompañada de una guerra comercial entre las primeras economías del mundo y modelos económicos conceptuales que representan más del 42% del PIB mundial; obligando su negativo efecto no solo en las Bolsas de Valores en los Estados Unidos de Norteamérica, sino que también en la de Tokio, Hong Kong, Shanghái, Sao paulo y Londres entre otras principales; su efecto será exponencial al de 1929 por las distorsiones actuales en la cadena de producción y la conectividad avanzada de la actividad económica responsable de abastecer las necesidades de más de siete mil cuatrocientos millones (7.400.000.000) de habitantes en el mundo;  en 1929 la población rondaba los  2000 millones de habitantes y los vasos vinculantes a la dependencia  para el comercio entre países aún era precaria. 

Ahora. Para los acontecimientos y factores económicos que se desarrollan obliga la atención de lo siguiente: Cuando comenzó aquella crisis en Estados Unidos, Octubre de 1929, apenas 3 meses después y tomando en cuenta solo cinco años posterior a su inicio, el mundo experimentó más de 40 cambios de regímenes políticos; lo que pudiera ser más drástico para el periodo crítico por venir y en especial para los países no fabricantes de medios de producción,  menos competitivos y suplidores históricos de materia prima para el sistema económico mundial; ese espacio será la arena para el combate hibrido entre núcleos de poder.

Importante es interpretar como aquella crisis desde su inicio arrastro la estabilidad política y social de países en todos los continentes: Pudiéramos iniciar por el nuestro y señalar la dictadura que inicia en República Dominicana en 1930 y que  Costa Rica, Honduras, Guatemala, El Salvador, Nicaragua,  Argentina y Brasil en los siguientes años experimentaron “Golpes de Estado”; que inicia una guerra entre Colombia y Perú en 1932 por temas limítrofes, así como Bolivia y Paraguay por El Chaco por medianos reservorios de petróleo; en Chile la depresión económica pugnó la caída del gobierno de Carlos Ibáñez, inicia una dictadura en Uruguay y en Venezuela transitaba la dictadura de Gómez entregando toda concesión a las trasnacionales extranjeras para mantenerse en el poder.

En Europa por señalar los más importantes fue la caída de la Monarquía española en 1931 y ese mismo año se pierde la paridad oro y la libra esterlina, en 1932 inicia una dictadura en Portugal, en 1933 Hitler asume el poder en Alemania y se afianza el fascismo de Mussolini en Italia que invade a Etiopia y así en  África se establece  el neocolonialismo en la mayoría de los países  por parte de los ingleses y franceses, en el continente asiático Japón invade a Manchuria en territorio chino.

    En el 2021 los efectos de la pandemia para el orden económico afectará a la sociedad mundial obligando a que el ámbito político vaticine tensiones que lleven a conflictos de median y alta intensidad. Las nuevas tendencias para el ámbito económico, las criptomonedas como instrumentos de intercambio, el oro y los recursos estratégicos para el desarrollo de la tecnología G-5 así como el petróleo pugnan las perturbaciones en el sistema de naciones. 

Luego del decreto de la pandemia por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 13 de marzo:  Se recrudecen los conflictos en Libia que involucran a Francia, EE.UU,  Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Rusia, Turquía y Qatar; se pretende perpetuar las guerras y conflictos en el Medio Oriente: Irak, Siria, Afganistán y Yemen que al espectro político se añade el petróleo y el narcotráfico como elementos que permiten mayor fluidez de capitales; se enciende nuevamente el conflicto en el Cáucaso Sur entre Azerbaiyán y Armenia y por donde se extienden gasoductos que colocan los recursos fósiles del Mar Caspio a Europa, surgen alteraciones políticas en Líbano que ocupa un área privilegiada a orillas del Mar Mediterráneo obligando la renuncia de su Primer Ministro,  golpe de Estado en Mali por el control de zonas ricas en oro, diamante y petróleo; conflictos internos en Níger, Sudan del Sur y Nigeria que acumulan reservas de petróleo y uno miembro de la OPEP, así como a Etiopía, Eritrea y Somalia con ubicación geográficas para el tránsito de mercancías se les acreditan problemas étnicos a sus conflictos internos.

Las tensiones EE.UU – Irán – Corea del Norte aumentan y los países del Mar Meridional de China, Malasia, Filipinas, Indonesia, Singapur y Vietnam (ASEAN), arman nuevas estrategias para los mercados cuando patrullan en sus amistosas aguas fragatas militares norteamericanas en provocación a China a quien se les pretende declarar su Mar Meridional a la categoría de  internacionales para instalar bases militares; el  conflicto en Ucrania con efecto político en Bielorrusia genera tensiones en países exsoviéticos salpicando a  los del Mar Caspio Kazajistán, Turkmenistán y Uzbekistán por la influencia rusa;  la alianza de Emiratos Árabes Unidos con Israel y EE.UU rompe con criterios milenarios, el resurgimiento del conflicto entre India y Paquistán y el enfile de tropas chinas e indias en sus fronteras impulsado desde los EE.UU afecta a los BRICS (Brasil, India, China, Sur África),  y más importante la llegada de tropas norteamericanas a Colombia que junto a miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) estructuran planes para recuperar espacios de su interés ocupado por China y Rusia en  América Latina siendo el foco de inicio para el conflicto Venezuela.

     A los acontecimientos antes mencionados se les debe añadir la dependencia de actores no estatales y estructuras corporativas como los nuevos actores de peso en la geopolítica: hablamos de Google, Apple, Facebook y Amazon, poder acreditado para el 2021 por los más de 5.500 millones de usuarios de internet en el mundo lo cual nutren la “Big Data” para direccionar fines políticos, mercados y gobiernos así como la conectividad a la desinformación para la polarización social e inestabilidad política en cualquier país de interés.

El tema migratorio y los desplazados por conflictos ascienden a 170 millones en todo el mundo con poco margen de movilización por el tema de la pandemia que junto a la tasa de desocupación que supera los 400.000 millones en el mundo según la Organización Internacional del Trabajo dan fe de la venidera crisis.

En  vista de la desfavorable correlación de fuerzas entre el capitalismo y cualquier otro modelo que pretenda detener la crisis para el periodo económico post pandemia que se avecina, las acciones con motivo de las distorsiones del sistema pudieran ser: Un capitalismo controlado por el Estado y difundido en el entendimiento público para la aplicación de estrategias de acción colectivas que configuren la fabricación de medios de producción como mecanismo de mitigar la dependencia,  incentivar la competencias del Estado para el manejo de las deudas, el gasto,  la importación y fiscalización rigurosa del crédito; la aplicación de impuestos a la riqueza y reformas tributarias para captar recursos para desarrollar e incentivar las capacidades inmersas en la población para fabricar medios de producción, registrar productos en  la Oficina Mundial de Patentes y captar las divisas a través del intercambio de productos terminados y recursos con valor agregado impulsadas desde las zonas económicas especiales para mirar por decir un ejemplo a China e India con una demografía que supera los 2500 millones de consumidores donde mil millones aproximadamente se incorporan a la clase media aumentando dicho consumo.

La competencia y la subsistencia de cada actor esta en interpretar que somos parte se una sociedad internacional de mercados, de consumo y de productos que se torna más agresiva obligando el cambio de paradigma para nuestra América Latina en la fabricación de medios de producción; los poderes facticos buscaran adelantar la parálisis económica provocando una estampida política y social que cambiara la historia y afianzará nuevas tendencias políticas, sociales e ideológicas.

Carlos Ellis. Analista Internacional. carlosellis1@gmail.com

miércoles, 15 de julio de 2020

La factura del agua en EE.UU. ha aumentado un 80% en una década y millones de personas no pueden pagar

La investigación realizada en 12 ciudades de EE.UU. revela el alcance, las causas y las consecuencias del aumento constante de la factura del agua.
Millones de estadounidenses se enfrentan a facturas de agua que cada vez son más elevadas y difíciles de pagar, según una investigación de The Guardian. Un análisis exclusivo sobre datos de 12 ciudades estadounidenses demuestra que el precio combinado del agua potable y el sistema de saneamiento ha aumentando una media del 80% entre 2010 y 2018 en EEUU. A más de un 40% de la población de algunas de las ciudades analizadas le resulta imposible pagar las facturas.
Se trata de la primera investigación de este tipo a nivel nacional y el análisis ha revelado el fuerte impacto de la crisis del agua que se extiende por Estados Unidos, donde infraestructuras anticuadas, limpiezas medioambientales, cambios demográficos y la emergencia climática han aumentado exponencialmente los precios del agua en casi todos los rincones del país.
La crisis de la falta de acceso al agua en Estados Unidos está empeorando justamente en un momento en que la pandemia del coronavirus ha puesto en evidencia la importancia del acceso al agua potable. La investigación ha demostrado que las facturas inasequibles no sólo afectan a los más pobres, sino también, y de forma cada vez mayor, a los estadounidenses con empleo.
«Cada vez más personas tienen dificultades para pagar las facturas, pero para los más pobres esto representa un gran problema», explica Roger Colton, un prestigioso analista de servicios públicos que ha trabajado junto a The Guardian estudiando la crisis de las facturas del agua. «Los datos muestran que en un gran número de ciudades de todo el país, cada vez más personas tienen problemas para pagar el agua, algo que no sucedía desde hace una década o incluso desde hace dos o tres años en el caso de algunas ciudades». Se considera inasequible una factura que excede el 4% de los ingresos familiares.
La investigación ha concluido que entre 2010 y 2018, las facturas de agua aumentaron al menos un 27%, mientras que el mayor aumento fue del 154% y lo ha sufrido la ciudad de Austin, Texas, donde la factura anual promedio pasó de 499 euros en 2010 a 1.266 euros en 2018, a pesar de que la lucha contra la sequía ha reducido el consumo de agua.
Al mismo tiempo, las ayudas públicas del Gobierno nacional a los servicios públicos de aguas –que abastecen al 87% de la población de EEUU– han caído en picado, mientras que se han disparado los costes de mantenimiento, las amenazas medioambientales, sanitarias y la crisis climática, entre otras cuestiones.
«Todo el país está amenazado por la emergencia del agua. La escala de esta crisis hace necesaria una transformación total de nuestros sistemas de acceso al agua potable. El agua no puede verse como una mercancía o un lujo para privilegio de los más ricos», afirma Mary Grant, activista por el acceso al agua dentro de la organización Food and Water Watch. En Washington, 90 legisladores de todo el país –todos demócratas– están impulsando amplias reformas de financiación para garantizar acceso a agua potable, limpia y asequible para toda la población de Estados Unidos.
La investigación de The Guardian ha concluido que es muy probable que esta crisis del agua empeore y que en muchas ciudades durante la próxima década las facturas del agua se vuelvan impagables para la mayoría de la población pobre.
En Austin, Texas, si el precio del agua sigue aumentando a la misma velocidad que ahora, para más de un 80% de los habitantes con bajos ingresos –que son por definición las personas que viven con menos del doble del umbral de pobreza nacional– será imposible pagar las facturas en el año 2030.
En Tucson, Arizona, otra sequía afectó a la ciudad y el número de habitantes con bajos ingresos con facturas de agua inasequibles se duplicó entre el 2010 y el 2018, llegando al 46% de esos hogares. La factura promedio tuvo un aumento del 119%, llegando a 767 euros.
Los aumentos de precios tienen un impacto desproporcionadamente más elevado en la población pobre. En Nueva Orleans, Santa Fe y Cleveland, aproximadamente el 75% de los vecinos de bajos ingresos vive en barrios donde las facturas del agua y el servicio de saneamiento son inasequibles.
Además de los aumentos de precios y la reducción de financiación pública, se ha extendido el uso de medidas punitivas como cortes de suministro y embargos (un reclamo legal a un hogar vinculado con una deuda puede llevar a una ejecución de la propiedad). Igual que en las ejecuciones hipotecarias, los cortes de suministro y los embargos pueden forzar a los habitantes a abandonar su hogar.
Jarome Montgomery, un camionero de 48 años de Warrensville Heights, Cleveland, ha tenido que pedir dinero prestado a su pareja, su madre, su abuela y sus hermanas para pagar una deuda de agua de casi 26.500 euros que acumuló desde 2013, con el fin de evitar un desahucio. A pesar de todo esto, todavía le debe más de 4.400 euros a la empresa de agua y saneamiento, incluidos los intereses y las sanciones.
«Me he acogido a dos planes de pago, pero todavía pueden ejecutar mi casa. Es como si quisieran dejarme sin hogar», asegura Montgomery. «No hay forma de que yo esté consumiendo la cantidad de agua por la que me están cobrando, pero estoy en una situación sin salida. No quiero perder mi hogar, entonces tengo que encontrar la forma de pagar».
En San Diego, la factura media de agua era de 1.250 euros en 2018. El 62% de las personas de bajos ingresos vive en barrios donde la factura es inasequible, lo cual representa casi una quinta parte de la población total de la ciudad. Entre los pobres, uno de cada siete se enfrentó en 2018 a facturas que superaban el 12% de los ingresos totales del hogar.
Actualmente, Seattle –centro neurálgico de empresas tecnológicas– tiene el menor índice de pobreza de todas las ciudades analizadas y solo el 13% de sus habitantes tiene problemas para pagar el agua, aunque las facturas superaron los 1.100 euros en 2018, debido a obras de mejoras de la red y en relación a la crisis climática. Aún así, se calcula que en 2030 un 75% de los habitantes de bajos ingresos podrían residir en barrios con facturas inasequibles.
A nivel nacional, en 2018 la factura del agua se volvió casi universalmente inasequible para los más pobres. En 11 de las 12 ciudades estudiadas, el 100% de la población con ingresos un 50% por debajo del umbral de pobreza nacional vivía en barrios con facturas de agua inasequibles. En Fresno, la única ciudad fuera de este grupo, esa población era del 99.9%.

Abandono del Gobierno

La financiación del Gobierno nacional a la red de aguas ha caído en un 77% en términos reales desde su pico en 1977, haciendo que las empresas de agua locales deban reunir por su cuenta el dinero que necesitan para cumplir con estándares de seguridad en relación a contaminantes tóxicos como los PFAS (sustancias perfluoroalquiladas), obras de infraestructura, control del plomo y las algas y adaptaciones a condiciones climáticas extremas, como la sequía y las inundaciones vinculadas al calentamiento global.
Durante años, las empresas de agua han aplazado las obras de mantenimiento y limpieza, lo cual ha contribuido a la actual crisis de infraestructura y contaminación del agua. Esto ayuda a explicar por qué se pierde anualmente el equivalente a más de 5.290 millones de euros en agua en filtraciones, según un estudio de los analistas de Bluefield Research.
«El agua de baja calidad a precios altos es un problema nacional. Es evidente que el Gobierno no está haciendo lo que debe hacer», afirma Howard Neukrug, director del centro de estudios sobre el agua de la Universidad de Pensilvania y exdirector del Departamento de Aguas de Filadelfia.
«La conclusión es que a menos que el Gobierno nacional invierta de forma directa más de 880.000 millones de euros, los precios van a seguir aumentando dramáticamente para poder hacer frente a obras de infraestructura y mejoras de la calidad del agua», añadió.
La Agencia de Protección Medioambiental (EPA, por sus siglas en inglés) asegura que serán necesarios 30.850 millones de euros por año durante los próximos 20 años para cumplir con las normativas de seguridad de las redes de aguas, saneamiento y canalización de agua de lluvias.
Parte del problema es que, durante años, las empresas de aguas han aplazado las obras de mantenimiento y limpieza, sin ahorrar dinero ni anticiparse a la crisis climática. Esto ha generado que estén pendientes importantes trabajos generales. Por ejemplo, cada año se pierde el equivalente a 5.390 millones de euros en agua en filtraciones, según un estudio de Bluefield Research.
Continuar aplazando las mejoras ya no es una opción, así que ahora las ciudades deben pedir préstamos para invertir en proyectos de infraestructura y/o aumentar los precios para poder suministrar agua segura y limpia. A nivel nacional, durante la última década, el aumento de los precios del agua ha superado significativamente el índice de precios de consumo.
Estados Unidos es el único país del mundo industrializado sin un sistema regulatorio que controle los precios y los servicios, según Stephen Gasteyer, profesor de Sociología de la Universidad Estatal de Michigan.
«El precio del agua ha aumentado dramáticamente sobre todo en sitios donde la población además lucha por el acceso a los alimentos, la vivienda y otros servicios básicos. Es un síntoma de la desigualdad y la segregación que aquejan a los Estados Unidos, donde los pobres viven aglomerados en lugares específicos y los gobiernos locales cargan con la responsabilidad de generar más ingresos por los servicios», señala Gasteyer.
Existen programas nacionales de ayudas para hogares de bajos ingresos para pagar facturas de energía y telecomunicaciones, pero ninguno para pagar el agua. Lo que sí hay son proyectos de leyes que proponen que el Gobierno nacional financie obras de infraestructura y se cree un fondo para la accesibilidad del agua.
El proyecto de la Ley del Agua se presentó por primera vez en 2016 y ha ganado apoyos desde que fue presentado otra vez el año pasado por Brenda Lawrence, diputada demócrata por el estado de Michigan, y apoyado por Bernie Sanders en el Senado.
«En este país, el acceso al agua nunca ha sido una prioridad, porque siempre ha sido un problema de los pobres. Tenemos que cambiar de mentalidad y asegurar que todos los estadounidenses tienen agua potable», señaló Lawrence.

Medidas punitivas

En Estados Unidos, cada año uno de cada 20 hogares sufre un corte de suministro por falta de pago, según el único estudio a nivel nacional. No se sabe cuántos de esos hogares finalmente pagan la deuda o tienen que aprender a sobrevivir sin agua en el lavabo, en la ducha o para cocinar. No existe un comité de vigilancia a nivel nacional y la mayoría de las preguntas sobre acceso al agua y pobreza que figuraban en el censo nacional fueron eliminadas en los años 80.
La pandemia del coronavirus ha dejado al descubierto las penurias que pasan personas como Deborah O’Barr (62) de Goodspring, Tennessee, y su marido Bobby (63), que viven sin agua corriente desde 2016, ya que no tienen dinero ni cumplen con los requisitos para dar de alta el suministro.
«Sentimos que a nadie le importa. Debemos ser lo peor de lo peor para la empresa de aguas. No importamos, ni siquiera durante una pandemia», sostiene O’Barr, que cuenta con una fuente local, agua de lluvia y la ayuda de su hijo para llenar garrafas de agua.
A medida que han aumentado los contagios del virus, dejando decenas de miles de personas muertas y millones desempleadas, Detroit se convirtió en la primera ciudad en suspender cortes de suministro de agua y se comprometió a reconectar a los hogares que habían sido desconectados de la red el año pasado. En 2014, poco después de declararse en quiebra (en lo que fue la quiebra municipal más importante de la historia de EEUU), la ciudad lanzó un programa masivo de corte de suministro y desde entonces se desconectaron 141.000 hogares, según los datos obtenidos por el sitio de noticias Bridge.
La ONU afirmó que aquel sistema de cobro de deudas era una violación a los derechos humanos y condenó el desproporcionado impacto que tuvo en la población afroamericana, que compone el 80% de la población de la ciudad.
A medida que el virus se propagó por el país, cientos de municipios y 13 estados aprobaron moratorias, aunque sólo unos pocos accedieron a reconectar a los hogares cuyo suministro ya había sido cortado por falta de pago. Entre ellos está la ciudad de Nueva Orleans, donde el Departamento de Aguas tiene uno de los programas de corte de suministros más estrictos del país: desde 2016 ha dejado sin agua a uno de cada cinco hogares.
En Nueva Orleans, la investigación concluyó que el 79% de los residentes con bajos ingresos vive en barrios con tarifas de agua inasequibles y esta cifra podría llegar al 93% hacia 2030 si los aumentos persisten. En la última década, las facturas se han duplicado, llegando a 1.120 euros en 2018. Esto en una ciudad donde muchas personas solo beben agua embotellada por miedo a las toxinas en el agua de red, lo cual significa que los más pobres no pueden permitirse tomar agua segura. En 2018, el 30% de los residentes pobres vivía en zonas donde la factura promedio costaba más del 12% de los ingresos del hogar. En total, casi un tercio de todos los clientes de la red de aguas de Nueva Orleans son considerados «morosos» y en total deben más de 44 millones de euros.
«Es difícil no llegar a la conclusión de que Nueva Orleans es, de las 12 ciudades estudiadas, la que está en peor situación», remarca Colton al analizar la profunda crisis de asequibilidad del agua a la que se enfrentan los vecinos de esa ciudad. Detrás le siguen Cleveland, Ohio, y Santa Fe, Nuevo México. Santa Fe tuvo menores aumentos, pero la factura más alta de 2018: 1631 euros. En 2030, el 99% de los residentes de bajos ingresos vivirá en barrios con facturas inasequibles.
A nivel nacional, nadie sabe cuántos estadounidenses vivían sin agua corriente cuando se desató la pandemia, ni cuántos han sufrido cortes de suministros durante la misma. Lo que sí se sabe es que las ayudas económicas para que las familias sigan teniendo agua fueron excluidas de los paquetes de rescate del gobierno nacional.

¿Es posible un suministro de agua asequible?

En Filadelfia, activistas que trabajan en un barrio de bajos ingresos con población mayoritariamente afroamericana se encontraron en 2014 con personas que llevaban décadas sin agua corriente y que se veían forzadas a utilizar bolsas de plástico en el lavabo y agua embotellada para lavarse las manos. «Era una situación generalizada y claramente una cuestión de derechos humanos», afirma Rachel López, directora del programa de asistencia legal del oeste de Filadelfia. «Se trata de una sequía provocada por la mano del hombre, que afecta desproporcionadamente a personas afroamericanas de bajos ingresos».
A algunas personas les han negado el alta del suministro porque no tenían escritura o contrato de alquiler a su nombre –los llamados «embrollos de titularidad» que son muy comunes en comunidades de bajos recursos–. A otros les han cortado el suministro por acumular deudas, a veces heredadas, otras veces exacerbadas por sanciones o porque simplemente no podían pagar el reemplazo de una tubería o un medidor.
La investigación de The Guardian demuestra que entre 2010 y 2018, la cantidad de residentes pobres de Filadelfia que vivían en barrios donde el agua corriente es inasequible se duplicó, llegando al 54%, con facturas de casi 800 euros. Durante los primeros tres meses de la pandemia la ciudad le devolvió el suministro a casi 9.000 hogares.
Colton ha trabajado junto con el Ayuntamiento de la ciudad para crear un programa de asistencia estratificada, cuando se supo que en 2017 el 40% de los clientes de la red de agua tenían pagos atrasados. La deuda total ascendía a más de 214 millones de euros.
La premisa es muy simple: la forma más efectiva de mejorar el cumplimiento de pagos y aumentar los ingresos es hacer que las facturas sean asequibles, en otras palabras: se deben basar en la capacidad de pago de cada cliente, como lo hace el sector energético desde hace años.
El programa ha logrado generar un impacto: han ingresado unas 15.000 personas, aunque siguen siendo pocas teniendo en cuenta que se calcula que existían 60.000 hogares que cumplían con los requisitos para entrar en el programa incluso antes de la crisis económica actual. Sin embargo, la ciudad sigue convirtiendo las deudas de agua en embargos impositivos y cada mes se subastan hogares deudores.
«Las deudas de agua se concentran en comunidades afroamericanas, lo cual devalúa desproporcionadamente sus hogares y sus barrios», explica el abogado Robert Ballenger, de Servicios Legales para la Comunidad.
Con una medida celebrada por los activistas, el ayuntamiento de la ciudad recientemente aceptó condonar deudas a quienes se apunten al programa de asistencia, lo cual significaría que quienes entren al programa podrían olvidarse de su deuda si pagan el servicio durante dos años consecutivos. Esto podría generar grandes cambios, ya que actualmente las deudas de agua se heredan de una generación a otra.
A principios de este año, Cheryl Gregg (50) regresó a su casa luego de ser ingresada en el hospital por alta presión arterial y problemas respiratorios y se encontró con que le habían cortado el agua, esta vez por una filtración en una tubería. «Tuve que tomar un Uber a la casa de mi hija para bañarme y comprar agua embotellada, que es cara. Yo no tengo ingresos», relató Greg desde el hospital, donde fue ingresada unos días más tarde.
Esta no era la primera vez que le cortaban el suministro, según su hija Amber (28), que recuerda haberse quedado durante meses con su madre en casas de familiares porque no podían pagar la factura del agua. «Mi madre y mi abuela tenían muchos problemas de salud y no podían trabajar, entonces nos cortaban el agua muy seguido. Nunca sabíamos con qué nos íbamos a encontrar al regresar del colegio, si nos habrían cortado la luz o el agua. Era muy estresante», afirmó. Su deuda de agua, que incluye intereses y sanciones, asciende a casi 23.000 euros.
Ahora, Greg ha entrado en el programa de asistencia estratificada y la familia espera que la deuda sea condonada. Amber, que tiene un empleo en una empresa de aparcamiento y otro en un restaurante de hamburguesas, señala: «Me aseguro de que mi madre pague cada mes para que no pierda la casa».

La respuesta de la industria del agua

Las empresas de aguas son conscientes del peso cada vez mayor que cae sobre las espaldas de la gente, a causa de los aumentos de precio por los costos de las obras de infraestructura. «Queremos encontrar formas de ayudar y a la vez ser mejores administradores de la red de aguas», afirma Greg Kail, de la Asociación Americana de Obras Hidráulicas (AWWA, por sus siglas en inglés), cuyos miembros incluyen las empresas que ofrecen servicios de agua corriente.
Respondiendo a las preguntas de The Guardian, Kail explica que no existe una «solución mágica» para el problema del precio del agua, pero asegura que están haciendo «avances importantes», citando una investigación de la AWWA del año pasado que concluyó que más del 80% de las grandes empresas de aguas tienen programas de ayudas, en comparación con los datos del año anterior, que eran del 60%.
Cleveland Water no comenta el caso de Montgomery, pero afirma que la empresa está comprometida con construir «un futuro con un acceso al agua más equitativo».
Traducido por Lucía Balducci para Rebelión

martes, 7 de abril de 2020

Pactos de la Moncloa 2020?. Ni un paso atrás


El Gob. de coalición es consciente de que sólo a través de una nueva reedición de los Pactos de la Moncloa perviviría en la gobernación del Estado. Por otro lado, la oposición cavernícola va a presionar todo y más para sacar fruto de este momento a todos los niveles.

Todo se juega en este tablero en el que supuestamente "nuestras piezas", al ser parte del engranaje del mismo, aceptarían sumisamente esta nueva puesta de largo de Régimen como ya ocurrió con los anteriores del ´77, y al igual han hecho con otros asuntos. Ese fue el gran error de origen al no pasar a la oposición.

Siendo así, si se llegase a dar como ya ocurrió en la Transición quien saldría perdiendo sería la clase obrera dada la desigual correlación de fuerzas inherente en este Estado burgués debilitado, el cual venía sufriendo de goteras hacía décadas en todo el edificio fraguado tras la herencia del genocida.

¿Que supusieron los Pactos de la Moncloa del ´77? El completo triunfo de la economía de mercado con el subsiguiente sacrificio de trabajadores y trabajadoras al altar del mismo que vieron como sus salarios decrecían, así como el mantenimiento de sus puestos de trabajo.

Los acuerdos fueron impulsados por el Ejecutivo de UCD presidido por Adolfo Suárez, este señor fue en su día Secretario General del Movimiento Nacional, no contaba con mayoría absoluta desde las elecciones de junio. Se apoyó en el Pacto que constaba de dos documentos, el económico y político, por cierto, éste último no fue firmado por Alianza Popular presidida por Manuel Fraga, en cambio el económico sí, para que veamos como los intereses de clase sí se constatan cuando son necesarios.

Junto al apoyo de este partido contó con el del PSOE, los socialistas catalanes, el PCE, los nacionalistas catalanes y vascos. Las centrales sindicales apoyaron mayormente los acuerdos, CCOO graduó su discrepancia y la CNT se mostró en contra, a sabiendas los efectos del plan económico.

A tal efecto, como ejemplo podemos recordar la Reconversión Industrial de 1980 en nuestro país que desmanteló el tejido productivo, del cual aún no nos hemos recuperado, pero que sirvió en aquel entonces para reabrir un nuevo proceso de acumulación capitalista en el Estado, gracias a la apropiación del trabajo asalariado y a la vez, urdir las bases para entrar en el club de los capitalistas europeos, la execrable Comunidad Económica Europea, que luego pasaría a llamarse en 1993 Comunidad Europea y posteriormente, Unión Europea en 2009.

Tal que es así, supondría la completa terminación del círculo del Régimen del Reino de España, adelantado unos años a los planes que se barajaban. Primero fue el aspecto económico con la privatización de Cajas, Banca y Art.135, después llegó el electoral con la inclusión de nuevos sujetos electorales, más tarde la Jefatura del Estado con la abdicación del monarca Juan Carlos, y ahora tocaría de remozar el laboral y social q ya estuvo tensionado con Reformas de las Pensiones y Laborales, pero que les quedaron flecos, que con esta crisis acabarían de rematarnos.

De este modo el Régimen monárquico del Reino de España saldría reforzado de esta coyuntura por otro largo periodo, haciendo factible de nuevo la acumulación de capital a nuestra costa.

Mantengámonos atentos al bombardeo mediático que vamos a sufrir de aquí en adelante para hacer factible este asunto, tal como empiezan a adelantar desde las esferas del poder. Presionemos, demandemos y denunciemos cualquier deriva reformista, liquidacionista que de pábulo a estas aviesas intenciones antiobreras.

martes, 24 de marzo de 2020

Los 200.000 mill. de €. del Plan de Choque o el cuento de la lechera

La campaña a bombo y platillo del Gob de apoyo con 200.000 mill. de €. del Plan de Choque para hacer frente a los efectos del #Coronavirus, aduciendo ser la mayor movilización económica en la historia de España, es eso "propaganda", un cuento de la lechera con el que como tantas otras veces nos quieren confundir y enredar, tanto unos gobiernos como otros, porque al fin y a la postre defienden intereses nos son ajenos. 

Esa cantidad supondría el 20% del PIB estatal, o lo que es lo mismo movilizar en el Estado una suma líquida inasumible, la cual no disponen por mucho que se empeñen en decir. Es decir, se trataría en cambio de avales jurídicos respaldados por créditos ICO los 100.000 millones de € por un lado, que serían puestos en movimiento siempre y cuando hipotéticamente llegarán a esa cantidad los préstamos que pidiesen los empresarios a bancos para aprovisionarse de solvencia económica tras los efectos de la pandemia. 

Siendo así se desprenden dos conclusiones, primera e importante ese pastizal nunca va a ser la cantidad están propagandeando, segundo tal como pasa en Europa con el BCE, el Estado español le hace el gran negocio a los bancos usureros porque no es el mismo Estado quien distribuye ese dinero a traves de un Banco público, como estamos muchos demandando, sino que son las condiciones del banco en particular las que marcaran la pauta de los préstamo pidan las empresas siendo a posterior el Estado garante de pagar el aval al banco que no pueda hacer frente la empresa en cuestión. En la UE ocurre algo similar, no son los estados quienes piden provisión al BCE, sino que es la UE quien pide la provisión a repartir a través del BCE a los bancos para conseguir recursos económicos a los estados. Es así de perverso y ruinoso.

Volviendo a las diferentes partidas, habría unos 5.000 millones de €, éstos si son verdaderamente el dinero que acometería el Gob para hacer frente a este desastre y como dijeron serían empleados en proteger a colectivos vulnerables. Hay otra partida en el desglose, la cual han calculado que serían 600 millones € que iría dirigidos a las CCAA, pero ese dinero está comprometido de siempre, más tarde o temprano transferirían su parte a cada Autonomía para cubrir Serv. Sociales y Ayunt locales. Queda por dirimir 11.000 millones de € para cubrir contingencias imprevistas, igualmente sin concretar.

Por otro lado, la aportación privada de 83.000 millones de € se resumirían en modificaciones de préstamos, créditos, moratorias, etc que sin saber con seguridad su montante y si van a responder los bancos, en cambio si la cifran en esa cantidad.

De este modo, vemos como el anuncio del Presidente Sánchez tiene más de ruido propagandístico que en realidad es esa astronómica cifra de inversión si se escruta cada aportación. 

De lo q si podemos estar seguros es que tal como fue la crisis del 2008, ésta la vamos a pagar los mismos paganos cuando toque ajustar las cuentas dada la cobardía y servil actitud están demostrando en este Gobierno de coalición.

miércoles, 22 de enero de 2020

La escuela, el gran mercado del siglo XXI

En 1998 un artículo de Gérard de Sélys, periodista belga, aparece en Le Monde Diplomatique en su versión francesa. Se trata de “L’École, grand marché du XXIè siècle” un análisis de las pretensiones del empresariado europeo a través de su lobby, la ERT (European Round Table), de hacer de la educación y la formación un sector estratégico vital para las empresas y por tanto de convertir la enseñanza en un gran mercado. Quizá sea una de las primeras veces que se ponen de relieve las verdaderas intenciones de las elites políticas y económicas europeas: poner a la escuela al servicio de los mercados y de los intereses de esas elites y acabar con la concepción de una educación emancipadora y al servicio de la humanidad.

Este artículo, y la publicación ese mismo año -en colaboración con el profesor Nico Hirtt- del libro Tableau Noir, résister à la privatisation de l’enseignement (EPO. Bruxelles 1998) fueron determinantes para el conocimiento y posterior difusión de las ideas sobre la resistencia a la mercantilización y a la privatización de la educación.

En España sus ideas fueron retomadas en los análisis sobre la situación de la educación y los peligros que la acechaban por parte de algunos sindicalistas de la Confederación de STEs, SUATEA en Asturies, que decidimos traducir y difundir varios artículos de estos activistas belgas y que hoy son citados en numerosas ocasiones por quienes se dedican a estudiar y a luchar contra las políticas educativas neoliberales. Sus ideas fueron determinantes para articular la resistencia frente a la ofensiva emprendida por distintos gobiernos en el Estado español contra la enseñanza pública.
Desde estas líneas queremos hacer un pequeño homenaje a Gérard de Sélys, periodista de la Radiotelevisión Belga, activista y autor de numerosos libros, artículos, miembro del PTB, luchador incansable, que ha muerto el 3 de enero a la edad de 75 años con la publicación de la traducción de uno de los capítulos más premonitorios – recordemos que fue escrito en 1998- de Tableau Noir: résister à la privatisation de l’enseignement. Chapître 6: Stratégie.

Estrategia
Por el número de empleos que requiere y las importantes sumas de dinero que moviliza, el sector de la enseñanza es comparable al del automóvil. Esto da idea de su dimensión.

La producción automovilística de los veintinueve países miembros de la OCDE genera un volumen de negocio anual de alrededor de un billón 286.000 millones de US$ (7 billones 500 000 francos franceses, 45 billones de francos belgas) y emplea a cerca de cinco millones de trabajadores.

Los mismos países miembros de la OCDE dedican anualmente un billón de US$ (5 billones 800.000 millones de francos franceses, 35 billones de francos belgas) a la financiación de su enseñanza que da empleo a cerca de diez millones de docentes.

Si se suprime la mitad de los cuatro millones de profesores con los que cuentan los quince países de la Unión europea cuyos salarios constituyen más del ochenta por ciento de los gastos de enseñanza, ¡billones de francos franceses o belgas estarían disponibles para ser utilizados en la guerra competitiva!

Y, además, si pueden, los padres están dispuestos a gastar mucho para evitar que sus hijos estén en paro. Si tenemos en cuenta que hay ochenta millones de alumnos en todos los niveles -incluyendo la Universidad- en la Unión Europea, cuyos padres serían capaces de cualquier sacrificio para evitarles el paro, podemos hacernos una idea sobre la fortuna que está en juego.

Y eso sin contar con el producto de la venta de las escuelas abandonadas y de los terrenos que ocupan. Y sin contar que los patronos (los ricos) venderán en lo sucesivo, y muy caro, cursos que hasta ahora eran prácticamente gratuitos. Y en los que podrán enseñar lo que quieran. Enseñarán lo que necesitan que aprendamos para aumentar aun más sus beneficios, sus fortunas. Nos llenarán la cabeza con su ideología, sus ideas y sus mentiras. Y dejarán de lado lo que no les interesa.

Suprimirán partes enteras de la historia. Porque la historia puede explicar cómo los ricos han explotado siempre a los pobres y que éstos siempre han terminado rebelándose, algunas veces con éxito. Guardarán de la historia solamente los grandes momentos de la construcción de su “democracia” burguesa y de la adquisición de las “libertades”, su libertad de emprender y su libertad de explotar a los otros. Presentarán dos mil años de historia como un largo proceso que conduce “naturalmente” a la libre empresa, estado último, a su parecer, de la evolución de las sociedades humanas. Suprimirán las ciencias sociales, porque las ciencias sociales pueden describir demasiado bien la miseria de los explotados y la indecente opulencia de los ricos. Estas ciencias sociales no tienen, además, ningún interés para la rentabilidad de la mano de obra. Suprimirán la filosofía, porque podría demostrar que su propia filosofía no se fundamenta más que sobre embustes de charlatanes.

Nos atiborrarán, en cambio, en sus cursos-mercancía con las ideas y principios que les favorecen: la competitividad, la flexibilidad, la excelencia, la productividad, la ganancia, la economía de mercado y la supremacía de la empresa privada.

Aunque es totalmente falso, repetirán, en sus cursos, que la competitividad rige toda vida en la tierra. Que es una verdad natural, tan cierta como que los lobos han comido siempre a las ovejas, que los leones han cazado siempre a los antílopes, que las arañas han atrapado moscas en sus telas.

Dirán que es genético. Que no hay nada que hacer. Que hay que pelear para sobrevivir, ser mejor que el otro y aplastarle si es necesario. Afirmarán que los vencidos, los pobres, los marginados han escogido su suerte, fueron perezosos, o está inscrito en sus genes. Explicarán que los vencedores, los ricos, en su caso lo son porque han merecido su suerte, han devorado a los otros de forma natural y que eso está también inscrito en sus genes.

Explicarán que hay que ser “flexible” y “adaptarse”. Flexible quiere decir: trabajar cuando tienen necesidad de mover sus máquinas, noche y día si es necesario, e irse al paro cuando quieran parar sus máquinas. Adaptarse quiere decir: aceptar sus exigencias, trabajar para ellos dónde y cuándo quieran y con los salarios que impongan.

Insistirán machaconamente en la “excelencia”. Habrá que ser excelente o no ser. Habrá que tener, como ellos dicen, “cero defectos”, “cero retrasos”, “cero averías”. Y los que no se avengan a esta obligación de excelencia, serán ceros a la izquierda en la sociedad. Serán expulsados de sus empleos y reemplazados por “excelentes” quienes... aguantarán lo que puedan, durante el tiempo que puedan. El cansancio será un “defecto”, así como estar embarazada, tener preocupaciones, pensar en su enamorado, estar atascado en un embotellamiento, asistir a una reunión sindical, soñar, estar enfermo o leer un periódico.

Dirán que únicamente la “productividad” cuenta. Por ejemplo, si quieren producir el doble de mercancías, tienen la opción o bien de contratar al doble de trabajadores, o bien obligar a los que trabajan a producir dos veces más. Hoy en día la segunda solución es la que casi siempre escogen e imponen. Hoy quieren duplicar, triplicar la “productividad”. Mañana, si habéis aprendido bien en sus cursos que el aumento de producción salvará su empresa, y vuestro empleo al mismo tiempo, aceptaréis trabajar cuatro, cinco, seis veces más o más rápidamente.

Pagaréis muy caro sus cursos dedicados al “beneficio”. El beneficio es la ganancia que sacan de vuestro trabajo. Explicarán que el beneficio sirve para desarrollar la empresa, ampliarla, modernizarla y contratar a otros trabajadores, para vencer a la competencia. Explicarán que “el beneficio” os beneficia a vosotros. Ocultarán con cuidado que las ganancias que sacan de vuestro trabajo no tienen más que un destino: desarrollar cada vez más sus propios beneficios en detrimento de las necesidades sociales de la humanidad.

Habrá también cursos -de pago, claro está- sobre la supremacía de la empresa privada. En ellos defenderán que son “valientes y audaces capitanes de la industria” que han asumido el considerable riesgo de invertir su fortuna personal en pro del desarrollo del mundo moderno y del bienestar general. En primer lugar, no dirán de dónde sale su fortuna personal.

¿Del estado? ¿De un lejano antepasado aristócrata? ¿Del saqueo de las colonias? ¿De la venta de material bélico? ¿De la explotación descarada de la mano de obra en el siglo XIX? Después callarán que las principales invenciones que han permitido el desarrollo humano fueron descubiertas y mejoradas por grupos humanos anónimos. Como han sido y seguirán siendo anónimos los obreros, los técnicos y la mayor parte de los investigadores que mejoran sus máquinas, que inventan otras nuevas, perfeccionan nuevos productos. En fin, ocultarán cuidadosamente que, cuando su empresa está en peligro, lloriquean ante papá Estado y se hacen salvar, en nombre del mantenimiento del empleo, recibiendo fabulosas subvenciones en forma de ayudas o de contratos públicos.

Naturalmente, venderán cursos de economía. De “economía de mercado”. Cursos en los cuales eminentes premios Nobel demostrarán que todo debe venderse y comprarse y que las “leyes de oferta y demanda” no solo son naturales, sino también divinas. Que únicamente estas leyes pueden asegurar un desarrollo armónico de la humanidad. Y que el paro, las crisis económicas, la pobreza y las guerras son “fenómenos” o “calamidades naturales” frente a las cuales no se puede hacer nada, como los maremotos, los huracanes o los terremotos... Se guardarán mucho de explicar que sus crisis económicas son justamente provocadas por esta economía en donde todo debe venderse y comprarse. Se guardarán mucho de reconocer que estas crisis no tienen nada de natural. Nunca la humanidad tuvo la oportunidad de producir tantos bienes como hoy. Pero hay crisis porque estos bienes no se venden. No se venden porque un número creciente de mujeres y de hombres no tienen suficiente dinero para comprar lo indispensable.

Se guardarán bien de explicar, igualmente, que su enseñanza privada y de pago agravará la fractura de la sociedad y la selección social. Entre quienes tendrán un buen trabajo remunerado, quienes tendrán empleos precarios y salarios bajos y quienes no tendrán trabajo. Que será una enseñanza más selectiva y más jerarquizada. Destinada a preparar a los jóvenes a un “mercado de trabajo” más selectivo y más jerarquizado. A la era de los “treinta años gloriosos” (1945-1975), cuando los patronos reclamaban una elevación general de los niveles de formación, y tras un periodo de transición de una década, sucede hoy una era de estiramiento de las capacidades; por lo tanto, de los niveles de cualificación requeridos: se necesitan ingenieros y técnicos cada vez más “capacitados”, pero también una masa creciente de “pequeños empleos” que solo requieren una formación básica. Quieren vender la enseñanza “puntera” y dejar al Estado el cuidado de alfabetizar apenas, en escuelas barracones, a las futuras cuadrillas de barrenderos, vigilantes de aparcamientos y limpiadores de oficinas.

Finalmente, venderán hasta lecciones de democracia. Pero de su “democracia” únicamente. Aquélla en la que los ricos hacen las leyes ocultándose tras los políticos que ellos han hecho elegir. Aquélla en donde los ricos reinan sin compartir edificando hermosos “palacios de la nación” y secretos ministerios en los cuales trabajan hombres y mujeres que les muestran su devoción. O su sujeción. Aquélla que, cuando los pueblos se sublevan, disparan las armas, sin piedad, en nombre del “orden”, el orden de los ricos. Aquélla que fomenta golpes de Estado, instala dictaduras, financia, cuando pueden serles útiles, fascistas, nazis y sus hermanos integristas. Aquélla que provoca guerras para “defender la democracia”. Esa democracia. El poder absoluto de los ricos.

Esto es pues lo que hoy. preparan activamente. Apropiarse del dinero que los Estados, los padres y los estudiantes destinan a la enseñanza. Y vender su propaganda y sus mentiras al mismo tiempo que las únicas materias que les son útiles: los idiomas y algunas asignaturas técnicas industriales e intelectuales.

José Antonio Alonso/Beatriz Quirós, Miembros del sindicato SUATEA