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PACIFISMO BURGUÉS Y PACIFISMO REVOLUCIONARIO
MARX: DIALÉCTICA, HISTORIA Y COLONIALISMOS
HISTORIA DEL MARXISMO:CLASE 1-INTRODUCCIÓN

La farsa del Holodomor

Tal es el caso de este asunto, acuñado con esa palabra utilizada por los anticomunistas ucranianos para imputarle una supuesta hambruna en este país a los bolcheviques durante los años 1932-1933, que conllevó cientos de miles de muertos en Ucrania. Este hecho lo  explicaremos profusamente a que fue debido. Causas totalmente alejadas de la propaganda imperialista burguesa amplificada por sus medios de comunicación. Por ahora diremos que se debió fundamentalmente a la terrible sequia se apoderó de los campos de Ucrania durante este periodo, haciendo imposible la recolección del cereal, combinada con una epidemia de tifus en esa región producto de las paupérrimas condiciones de vida. 

En este plano de cosas se agudizaron las diferencias entre los Kulaks, ricos propietarios de tierras del periodo zarista, poseedores de importantes extensiones de terreno que no querían someterse al nuevo régimen de colectivizaciones y utilizaban los sabotajes para impedir esas políticas, con un nuevo sujeto político que empezaba a resurgir con fuerza apoyado por el gobierno soviético, el campesinado koljosiano. 

Por otro lado por la parte soviética se cometieron importantes errores debidos a la inexperiencia en poner en marcha estas mediadas o la premura por implantar lo más rápido posible las colectivizaciones sin tener las directrices claras, apareciendo de esta forma desviaciones izquierdistas.

Primeramente, quienes utilizaron todas estas causalidades fueron los nazis para preparar a la opinión mundial en su intención de invadir Ucrania, pues desde su visión lebensraum, un amplio "espacio vital", estaban convencidos de que ese país les correspondía como granero para Alemania. Así lo hizo saber Hitler en 1925, con su obra Mein Kampf, donde señalaba que Ucrania era una parte esencial del “espacio vital alemán”. De esta manera Goebbels, inició una campaña de mentiras sobre un supuesto genocidio cometido por los bolcheviques en Ucrania. Pese a los continuados intentos de la propaganda nazi esta idea del genocidio ucraniano a través de la hambruna no surtía efecto en Europa y de ahí que tuvieran que echar mano de una ayuda imprescindible, la de EEUU.

Es en este punto cuando reaparece el multimillonario William Hearst en un viaje a Berlin en 1934, recibiéndolo Hitler como un amigo de toda la vida. A partir de ese instante su emporio se pone al servicio de la propaganda nazi, incluyendo artículos, incluso de miembros del equipo de Hitler como Goering, el brazo derecho de Hitler. Ciertamente hubo reclamaciones de lectores y tuvo que tomar otras opciones.

El 18 de febrero de 1935 comenzaría la primera campaña contra la URSS desde los medios de Hearst con un titular de primera página en el Chicago American: “6 millones de personas muertas a causa del hambre en la Unión Soviética”. Toda la propaganda almacenada por la Alemania nazi fue enviada a las oficinas del magnate. Comenzaba la gran mentira. La verdad fue bien diferente y se puede resumir en una gran lucha de clases por convertir las tierras de los terratenientes ucranianos en tierras colectivizadas de propiedad Koljosiana.

Este enfrentamiento trajo consigo la interrupción en las cosecha, que unido a la increíble sequia se dio en este tiempo fue una combinación mortal, que incrementó el número de víctimas por enfermedades epidémicas. Estas enfermedades por aquel entonces no tenían vacuna como si ocurre ahora, no hay más que mirar hacia un poco más atrás para ver como entre 1918 y 1920, una epidemia de gripe española causó la muerte de 20 millones de personas en EEUU y en Europa, pero nadie acusó a los gobiernos de estos países de asesinar a sus propios ciudadanos. Lo cierto es que hasta 1940 el uso de la Penicilina no se hizo posible y este tipo de epidemias no se podían atajar tan alegremente como exponían los propagandistas del imperialismo.



La prensa de Hearst utilizó todos los medios posibles para hacer que sus mentiras parecieran verdaderas, y consiguió que la opinión pública de los países capitalistas se volviera bruscamente en contra de la Unión Soviética. Así apareció el mito del Holomodor fabricado por interés para el imperialismo estadunidense, según el cual millones de personas morían de hambre en la Unión Soviética. 


La URSS se esforzó en desmentir esas manipulaciones de la prensa de Hearst, pero este asunto permanecería hasta 1987, cuando un periodista canadiense Douglas Tottle desenmascaró con un profundo trabajo llamado “Fraud, Famine and Fascim: The Ucrainian Genocide Myth from Hitler to Harvard”, traducido como “Fraude, Hambruna y Fascismo: El mito del Genocidio ucraniano desde Hitler hasta Harvard”. En este libro se desmonta la farsa según la cual el periodista Thomas Walker, o como verdaderamente se llamaba  Robert Green, que hizo el reportaje aseverando la hambruna en Ucrania, no llegó a pisar el país y a la vez era un fugado de una prisión estatal de Colorado, así consta en declaraciones suyas cuando fue apresado de nuevo. Igualmente se ocultó crónicas de periodistas como M. Parrott en las que describía las cosechas en 1933 en la URSS como muy buenas y el avance del Socialismo en Ucrania.

Tratamiento particular merece Robert Conquest, él es un autor de los más prolíficos contra la URSS y los millones de muertos en este país. Es en verdad el autor de la mayoría de mitos y manipulaciones sobre la URSS después de la II GM con sus libros como “El gran terror” de 1969” o “Harvest o Sorrow” [La Cosecha del Dolor] de 1986. Conquest utiliza para sus textos a exiliados ucranianos en los EEUU, antiguos militantes de los partidos de derechas cómplices de colaboracionismo con los nazis en la II GM, tal es el caso de Mykola Lebed, jefe de seguridad en Lvov en tiempos de la persecución nazi a los judíos en la Ucrania ocupada por los nazis en 1942. 

Sus escritos rezuman un anticomunismo visceral, son sectarios y buscan la visceralidad para entrar en la mente del lector. Su fanatismo es tal que los números de los muertos en la URSS suben o bajan según el año donde tomes los datos, en 1932-1933 dice fue de entre 5 y 6 millones de personas, la mitad de ellas en Ucrania. ¡Pero en 1983, durante la cruzada anticomunista de Reagan, Conquest había ampliado la hambruna de 1937 y había aumentado el número de víctimas a 14 millones! Tales afirmaciones resultaron muy bien recompensadas por los halcones de la Casa Blanca.


En la línea del anterior esta Alexander Solzhenitsyn, más conocido por escribir “El Archipielago Gulag” que luego pasaremos a esclarecer. Este señor, por decir algo, fue un simpatizante de Hitler, además de estar convencido de que se debía haber llegado a un acuerdo con el asesino dirigente alemán, puesto nunca el sufrimiento del pueblo ruso hubiera sido equiparable al sufrido con la URSS. 

Toda esta propaganda la fue distribuyendo durante tiempo, hasta que en 1946 fue detenido, juzgado por realizar actividades contrarrevolucionarias y condenado por traidor. Al cabo de los años salió de prisión con Nikita Jrushchov que lo utilizaba para atacar la herencia de Stalin en la URSS, y así empezó a publicar libros en 1962 con el título “Un día en la vida de Iván Devisovtjs”, donde explica la vicisitudes de un preso en la cárcel. Ya en el ´74 abjura de la nacionalidad rusa, saliendo de la URSS dirección a Suiza donde daría el salto a su paraíso idílico de EEUU, donde nunca lo asociarían con su pasado nazi para no desacreditar una baza capitalista.

A lo largo de todos estos 50 años muchas han sido las publicaciones que se han encargado de mentir acerca de la URSS, desde aquel primer artículo “El hambre en la URSS produce 6 millones de…….”, en las que incluía una serie de fotografías falseadas en época y lugar como la del niño sapo, describiendo a este menor casi desahuciado enfangado en el barro, y su hermana dispuesta a salvarlo recostándolo en su regazo, pues bien esta foto tomada por el tal Green o Walker no era de 1933, si no de 1922 cuando la URSS combatía contra los ejércitos blancos. Son cientos de averiguaciones que desmentirían las falacias sobre la acción de los bolcheviques en Ucrania. 




Fotografías utilizadas de forma fraudulenta en Human Life in Russia datadas en 1921 pero referenciadas de forma ruin para desacreditar en 1932, como las que se  publicaron del Comité Internacional de ayuda contra el hambre en Rusia aparecidas en libros de nacionalistas ucranianos, tales como «50 Years Ago: The Famine Holocaust in Ukraine», de Walter Dushnyck, y «The Black Deeds of the Kremlin» (Volumen I, página 228). “Brothers in Distress”, o fotografías  tomada de una película anterior a la década de los años 30. Incluso la película de los nacionalistas ucranianos “Harvest of despair” admite su origen anterior a los años 30, y lo usa en relación con el hambre en los años 1921-1922. 

De hecho, “Brothers in Distress” (dos niños demacrados, uno de ellos dando de comer con una cuchara al otro) no tiene nada que ver con los supuestos hechos de la década de los 30 en Ucrania. Millones de estadounidenses que vieron las series de televisión “Peter Ustinov’s Russia” vieron la misma foto que retrataba condiciones de hambre de un período anterior. La ilustración tiene su origen como una foto “fija” copiada de un documental hecho mucho antes del hambre de 1932-1933. 

Todas estas fotografías y manipulaciones aparecerían en diferentes libelos imperialistas que hicieron correr durante años la derecha fascista europea como  «Human Life in Russia», «History of Ukraine» de Nahayewsky, The Ninth Circle» de Olexa Woropay, incluso llegaría a trasladarse estas falacias al Voelkischer Beobachter, órgano del partido nazi. Con lo cual se puede aseverar que efectivamente, una amplia variedad de fotos y documentales fueron tomados en Rusia, Ucrania, Europa del este y Armenia durante el período de la 1ª Guerra Mundial, la revolución rusa, la guerra civil y la intervención extranjera, sucesos que contribuyeron a la hambruna rusa de 1921-1922.

Estas fotos, tomadas por periodistas, agencias de ayuda, trabajadores sanitarios, soldados y particulares, fueron frecuentemente publicadas en los diarios y publicaciones de la época. Dichas fotos fueron la fuente más probable para las “pruebas” fotográficas del genocidio por hambre: pudieron ser fácilmente seleccionadas de los archivos, de las colecciones y los depósitos de los diarios e implantadas en los relatos de los años 30. 

Por todo ello se demuestra la tergiversación maliciosa de una minoría canalla intentando desacreditar los logros de la URSS en todo el espectro del capitalismo occidental primero desde la Alemania nazi y posteriormente tomando el relevo el MI5, la CIA y los Servicios de espionaje e información del resto de países de la OTAN.

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