Ante todo ha de decirse en primer lugar que la URSS nunca estuvo interesada en que se proclamase la II GM, intento por todos los medios no se diese esta fatalidad. Alemania en cambio, mientras la URSS intentaba llegar a un acuerdo a tres bandas junto a Francia e Inglaterra para frenar la ambición nazi, colocaba las tropas en la frontera con Checoslovaquia dispuesta a entrar en los sudetes checos.
Ciertamente tanto Francia como la URSS tenían acuerdos militares de protección contra agresiones de terceros a Checoslovaquia. La URSS al comprobar que Alemania había desplazado tropas a la frontera con Checoslovaquia, envión 40 divisiones para defenderla, pero Francia no inicio ningún movimiento. Evidentemente esto quería decir que confiaban en las negociaciones se estaban preparando en Munich entre los ministros Edouard Daladier (Francia), Neville Chamberlain (Inglaterra) y los jefes de estado Hitler y Mussolini para firmar lo que se vino a llamar el “Pacto de Munich”, el 29 de Septiembre, o como vender parte del suelo checo a cambio de no seguir la expansión nazi en Europa, cosa que luego se manifestaría como un engaño y una complicidad. La anexión se realizó rápidamente y con el permiso de Alemania, tanto Polonia como Hungría, con gobiernos fascistas ocuparon pedazos de Checoslovaquia. Cuando Alemania entró en Sudetenland en 1938, Polonia siguió su ejemplo, anexando partes de Checoslovaquia para sí misma.
Ciertamente tanto Francia como la URSS tenían acuerdos militares de protección contra agresiones de terceros a Checoslovaquia. La URSS al comprobar que Alemania había desplazado tropas a la frontera con Checoslovaquia, envión 40 divisiones para defenderla, pero Francia no inicio ningún movimiento. Evidentemente esto quería decir que confiaban en las negociaciones se estaban preparando en Munich entre los ministros Edouard Daladier (Francia), Neville Chamberlain (Inglaterra) y los jefes de estado Hitler y Mussolini para firmar lo que se vino a llamar el “Pacto de Munich”, el 29 de Septiembre, o como vender parte del suelo checo a cambio de no seguir la expansión nazi en Europa, cosa que luego se manifestaría como un engaño y una complicidad. La anexión se realizó rápidamente y con el permiso de Alemania, tanto Polonia como Hungría, con gobiernos fascistas ocuparon pedazos de Checoslovaquia. Cuando Alemania entró en Sudetenland en 1938, Polonia siguió su ejemplo, anexando partes de Checoslovaquia para sí misma.
La URSS advirtió de que esto podía pasar, pero ya era tarde tanto Francia como Inglaterra se habían plegado a los intereses nazis de crear su Lebensraum (espacio vital), término empleado por Alemania para justificar su expansionismo, ya que los alemanes sostenían que ese territorio se encontraba habitado por una comunidad de habla alemana y debía pertenecer al estado alemán.
Una vez de vuelta a Inglaterra, el ministro Chamberlein dio palabra del cumplimiento de Hitler del acuerdo en lo que se conoce como la famosa “Paz en nuestros días”, donde se rubricaba la declaración de paz entre Alemania e Inglaterra, Esta declaración de no agresión, un tratado de no agresión entre Alemania e Inglaterra, había sido propuesto por Chamberlain a Hitler y firmado al día siguiente de la firma del Tratado de Munich, el 30 de septiembre de 1938, por Chamberlain y Hitler en la residencia de Hitler. Quedaba claro como Inglaterra se buscaba su propia seguridad aparte del resto de países europeos.
Llamativa también resulta la posición de Francia, la cual tenía una alianza militar con Checoslovaquia y además la URSS propuso hacer frente común contra las intenciones de los nazis, pero ellos tenían su propia estrategia. Además se dio el caso que en las negociaciones en Munich para firmar el Tratado al gobierno Checoslovaco ni siquiera le permitieron estar dentro de la sala donde se estaba decidiendo su territorio. A la URSS no la invitaron al acto donde se consumó la traición de Francia e Inglaterra a Checoslovaquia, La URSS pretendía un sistema de seguridad colectivo europeo contra la beligerancia alemana y claro este frente antifascista chocaba con la política de amistad con Hitler.
Así con todo, al enterarse Francia de lo acordado con Alemania, se dispuso a conseguir el mismo Tratado y en diciembre de 1938 lo tenía atado. Estos acuerdos de no agresión entre estas potencias dejaron a la URSS sola ante la fiera nazi. El 15 de marzo de 1939, los alemanes rompieron los acuerdos de Múnich, invadiendo y ocupando Checoslovaquia, dividiendo el país en dos protectorados alemanes, Bohemia y Moravia, y un estado a sus órdenes, Eslovaquia. Así pues, Checoslovaquia dejó de existir. Una semana después Alemania ocupó la región de la ciudad de Klaipeda (Memel) en Lituania e introdujo nuevas demandas territoriales, esta vez con respecto a Polonia. Los nazis exigieron que el llamado "corredor polaco", una región entre Prusia Oriental y el resto de Alemania (la única salida polaca al mar), fuese integrado en Alemania.
Alemania pretendía territorios de la URSS, los cuales les iba a servir en el caso de Ucrania como granero. Para este propósito encontraba Hitler una dificultad y no era más que Polonia, puesto está situada entre la URSS y Alemania, la cual tenía un acuerdo de seguridad con Francia e Inglaterra. La estrategia de estas dos naciones era dejar a la URSS a expensas de una intervención alemana contra su territorio, para lo que si tuviera que atacar Polonia, ellos quedarían con las manos libres para no actuar.
La URSS volvió a pronunciarse el 17 de abril de 1937, invitando a Francia e Inglaterra a sumarse a un frente antifascista contra Alemania. Esta era una propuesta muy bien recibida por la opinión pública europea, y así el 25 de julio de 1939, mantuvieron una reunión estas tres potencias para llegar a un acuerdo. En ese momento, el ejército alemán ya había concentrado una gran parte de sus tropas en la frontera polaca y la amenaza de guerra crecía de manera constante. Los coroneles polacos, muy suyos ellos, respondieron que podrían hacer frente tanto a agresiones por la frontera occidental como oriental, ésta en clara alusión hacia a URSS, que nunca había tenido en su mente atacar a Polonia, pero lo hacían para mostrar a Alemania de que parte estaban y llegar a un acuerdo con los nazis. El 26 de julio del ´39, la URSS recibía una propuesta de negociaciones de parte de Alemania, la URSS no respondió. Durante las semanas siguientes siguieron llegado propuestas, bien interesantes para la URSS, en las que les respetaban los países bálticos como áreas de influencia soviética. Esto se refería al hecho de que Alemania había ocupado la ciudad portuaria de Klaipeda (Memel) en Lituania, lo que la Unión Soviética consideraba como una amenaza para su seguridad.
La reunión entre las tres naciones tuvo lugar el 18 de agosto de 1939 en Moscú, tras 18 días desde el contacto de aprobación de la reunión. Hay que hacer notar el clima bélico reinante en esos tiempos y la falta de premura indicaba el poco interés por alcanzar un acuerdo y el deseo se produjese el ataque a Polonia y fuese la URSS la única concernida.
Cabe destacar de las negociaciones llevadas a cabo el rango inferior con el que se presentaron las delegaciones de Francia e Inglaterra a la reunión, (el general francés Doumenc y el ayudante del rey inglés, almirante Drax), tenían un carácter inferior al esperado para este tipo de cosas, además de que no los habían otorgado plenos poderes para firmar un Tratado de ese tipo. La delegación soviética, que estaba encabezada por el mariscal Voroshilov, el Comisario del pueblo para la Defensa, había recibido plenos poderes del gobierno soviético para negociar y firmar una alianza militar con Gran Bretaña y Francia. Era increíble ver como encontrándose el mundo como se encontraba las delegaciones de estos dos países además de no haberle facilitado poderes para firmar, tampoco. Llegado a este punto los emisarios pidieron los poderes a sus países, a recomendación de la parte soviética. Después de tres días de haberles enviado por telegrama la petición tuvieron la contestación de que no les otorgaban los poderes para dichas firmas.
Cabe destacar de las negociaciones llevadas a cabo el rango inferior con el que se presentaron las delegaciones de Francia e Inglaterra a la reunión, (el general francés Doumenc y el ayudante del rey inglés, almirante Drax), tenían un carácter inferior al esperado para este tipo de cosas, además de que no los habían otorgado plenos poderes para firmar un Tratado de ese tipo. La delegación soviética, que estaba encabezada por el mariscal Voroshilov, el Comisario del pueblo para la Defensa, había recibido plenos poderes del gobierno soviético para negociar y firmar una alianza militar con Gran Bretaña y Francia. Era increíble ver como encontrándose el mundo como se encontraba las delegaciones de estos dos países además de no haberle facilitado poderes para firmar, tampoco. Llegado a este punto los emisarios pidieron los poderes a sus países, a recomendación de la parte soviética. Después de tres días de haberles enviado por telegrama la petición tuvieron la contestación de que no les otorgaban los poderes para dichas firmas.
Tras esta circunstancia la URSS continuó perseverando en las conversaciones sabedor del momento crítico vivía Europa. Intento para animar a los países occidentales presentarles un plan de dotación de fuerzas conjuntas de las tres naciones, donde la URSS proporcionaría 136 divisiones, 5.000 cañones de grueso calibre, 9.000 tanques y 5.000 aviones de combate para defender Polonia. La delegación soviética pidió a las de los países occidentales su aportación a esta defensa común y además se pusieran en contacto con sus aliados para ver la posibilidad de que Polonia y Rumania dejasen pasar a los ejércitos soviéticos para hacer frente a los nazis. A ambas propuestas no encontraron respuesta los negociadores de la URSS.
Comprobado el nulo interés de la parte occidental en llegar a un acuerdo, viendo en que en cualquier momento se podría precipitar el ataque a Polonia, la URSS accedió a negociar con la Alemania nazi, las potencias europeas, de hecho lo habían hecho antes y la verdad la sensación de las autoridades soviéticas era que no se atendía a sus propuestas y se alargaba sin fin las negociaciones. El primer contacto de consultas de hecho se había realizado el 12 de agosto, cuando se verificó que las delegaciones británica y francesa no tenían poderes para negociar una alianza militar con la Unión Soviética. En ese momento la Unión Soviética había abierto una discusión sobre un tratado de no agresión con el gobierno alemán. La intención del gobierno soviético era ganar un tiempo crucial porque veia que la guerra era inevitable y con un Tratado de no agresión conseguiría dotar a sus fuerzas, como así fue de capacidad de contrarrestar el ataque alemán.
El 22 de agosto de 1939, se rompían las conversaciones entre las tres potencias sin acuerdo alguno, se perdió un tiempo importantísimo para la URSS, siendo esto la intención de los dos países europeos desde el primer momento. Se dio el caso que para esos días el delegado francés obtuvo la potestad de firma del Tratado, tal vez porque vieron los avances del ejército soviético en Mongolia contra Japón. Sin embargo, en el acto de entrega de sus nuevos poderes al mariscal Voroshilov, el general Doumenc se vio obligado a reconocer que la delegación británica no había obtenido plenos poderes de su gobierno y que su participación en la alianza militar no tendría lugar. Tampoco consiguieron las naciones europeas el permiso de Rumania y sobre todo Polonia, que advertía en atacar a la URSS si pisaba su territorio. El gobierno fascista de Polonia prefería sacrificar al país antes de que fuese ayudada por la URSS y Alemania necesitaba tener a un país como la URSS inmovilizado ante un ataque a Polonia.
Al final las sospechas del gobierno soviético acerca de un posible documento comprometiese a Inglaterra con la Alemania nazi, se hicieron ciertas según investigaciones posteriores se llevaron a cabo. En él se atestigua la conformidad en un acuerdo de no agresión entre las dos potencias, así se produjo a mediados de agosto del ´39, a pesar se estaba a pocos meses de la invasión nazi de Polonia. Según reza la investigación histórica realizada por el escritor inglés L. Mosley vino a mostrar que las sospechas soviéticas eran correctas. Según Mosley, si la Unión Soviética no hubiese tomado la iniciativa el 22 de agosto, Herman Göring, el brazo derecho de Hitler, habría viajado en avión a Inglaterra el 23 de agosto para la negociación final del tratado de paz con el Primer Ministro inglés Chamberlain. Por esta razón las conversaciones a tres bandas no llegaban nunca a buen puerto. Finalmente lo que deseaba Inglaterra era una alianza entre las potencias europeas imperialistas, incluida Alemania para derrotar a la URSS como ya intentaron tras la Revolución.
De este modo el 20 de Agosto del ´39 se recibió en Moscú la propuesta alemana de negociar un Tratado de no agresión entre Alemania y la URSS. Visto el resultado de las reuniones entre Inglaterra, Francia y la URSS del 22 de Agosto, la URSS dio consentimiento a pactar ese acuerdo con la Alemania nazi como forma de ganar tiempo para armarse porque sabía que una conflagración con los nazis ocurriría. Ribbentrop, ministro nazi de Asuntos Exteriores llegó a Moscú en avión para firmar con Molotov, representante del gobierno soviético el acuerdo de no agresión. Aun hoy en día los panfletos desinformativos del capitalismo siguen insistiendo en que la URSS fue la única nación que firmo con Hitler acuerdos de no agresión, cuando en 1933, poco después de que Hitler tomase el poder, Francia y Gran Bretaña habían propuesto y firmado un tratado de "comprensión y cooperación" con la Italia fascista y la Alemania nazi. Polonia, aliada de Inglaterra, firmó un tratado de no agresión con la Alemania nazi en 1934, siendo en esto aconsejada por Inglaterra. En 1935, Inglaterra firmó un tratado germano-británico sobre el tonelaje permitido a la Armada alemana, tratado que otorgó a Alemania el derecho de aumentar su flota militar casi al mismo nivel de tonelaje que Francia, lo que era completamente ilegal en virtud de los acuerdos de Versalles. En septiembre de 1938, Inglaterra y Alemania firmaron una declaración que establecía que estos países nunca más entrarían en guerra. Francia hizo lo mismo en diciembre de 1938. En realidad, la Unión Soviética fue la última potencia en firmar un tratado de no agresión con los nazis.
Lo que venía a poner en el Tratado de Ribbentrop-Molotov era además de las tradicionales clausulas militares, indicaba también a través de un anexo se decía “secreto”, pero en aquel tiempo todos estos acuerdos firmados por todas las potencias tenían anexos de este tipo, definía la línea de demarcación militar a respetar entre los dos países. La línea de demarcación pasaba a través de los ríos Narew, Wistula y San en Polonia. Además de esto, se estableció también que Alemania no tendría influencia militar en Finlandia, Letonia y Estonia. Esta parte del tratado de no agresión levantaba una barrera a través de Europa Central, que de acuerdo con Churchill el 1 octubre 1939, era "absolutamente necesaria para la seguridad de Rusia en relación con la amenaza nazi. La línea existe y levanta un frente en el Este que los nazis no se atreverán a atacar".
La URSS tenía un especial interés sobre todo en los territorios polacos, antes del Tratado de Versalles, tras la IGM, estaban repartidos entre Prusia, Rusia y Austria, tras dejar de existir en 1795. Por tanto hasta ese tiempo Polonia como tal no existía, fue creada en noviembre de 1918, con el nombre de Corredor polaco o Pasillo polaco, siendo ésta la denominación del territorio creado en el Tratado de Versalles que se extendía por la desembocadura del río Vístula, para revivir el extinto estado de Polonia. Esta decisión supuso dejar a la Prusia Oriental aislada del resto de Alemania. Esta decisión planteaba problemas con respecto a la cuestión de las fronteras, especialmente en el Este, donde durante los siglos anteriores la frontera había sido modificada en función del poder militar de los países de la región en cada momento histórico dado. Por eso, en los acuerdos de Versalles, se encargó al general inglés Curzon, Ministro de Asuntos Exteriores, la tarea de establecer la línea fronteriza de la nueva Polonia en el Este. El general Curzon propuso una línea fronteriza que respetaba la división lingüística, la lengua polaca en un lado y las lenguas ucraniana y bielorrusa (Rusia blanca) en el otro lado.
La línea Curzon fue acordada por todos los países presentes en el Tratado de Versalles, a excepción de la nueva Polonia. El jefe del nuevo estado polaco, Pilsudski, insatisfecho del reparto comenzó una serie de acciones bélicas contra Rusia soviética. Armado por las naciones que en su día atacaron a la recién creada URSS en la Guerra civil, los ejércitos polacos entraron en Bielorrusia, Ucrania ocupando grandes zonas. La URSS al encontrase muy débil tras la IGM, se vio obligada a aceptar una frontera que estaba muy al Este de la Línea Curzon, cientos de kilómetros dentro de las regiones lingüísticas ucraniana y bielorrusa. Esta cuestión histórica iba a desempeñar un papel muy especial en la situación existente en 1939.
Inglaterra le propuso a Polonia el que permitiese a Alemania anexionarse las regiones entre Prusia Oriental y Alemania, el llamado corredor polaco, tal como exigían los alemanes. Algo muy parecido a lo ocurrido con Checoslovaquia y que significó su desaparición. Polonia no acepto tal propuesta y se dispuso a parar a la maquinaria alemana si atacaba. Alemania habiendo conocido la respuesta de Polonia acrecentó sus prisas por invadir Polonia. El 1 de septiembre 1939, Alemania invadió Polonia. Tres días más tarde, Francia e Inglaterra declararon la guerra a Alemania, pero no iniciaron ninguna respuesta militar contra los alemanes en ayuda del aliado polaco. Ciertamente la suma de las divisiones aliadas era superior a la de los alemanes, pero ninguno de los dos países occidentales acudieron a ayudar a la Polonia invadida. Sumaban 173 divisiones, y Alemania solamente 103. En la zona fronteriza entre Francia y Alemania, Francia e Inglaterra tenían 110 divisiones contra 25 divisiones alemanas. A esta circunstancia se le ha venido a llamar la “guerra ridícula” por su cobarde pasividad, al contrario de cuando los gobiernos francés e inglés, cuatro meses más tarde, en diciembre de 1939, se declarasen dispuestos a enviar un ejército de 150.000 hombres para apoyar a Finlandia en la guerra contra la Unión Soviética.
En nada más los primeros compases de la invasión alemana de Polonia, conocida como “operación relámpago”, atravesaron la línea Curzon. El 3 de septiembre los alemanes ya estaban en el río Vístula, el 9 de septiembre en Varsovia y el 11 de septiembre a orillas del San. Una semana más tarde, la Unión Soviética entró en Polonia, en las regiones de Ucrania y Bielorrusia que Polonia había anexionado en 1920, deteniéndose en la línea Curzon, la frontera entre Polonia y la Unión Soviética que había sido aceptada en el acuerdo de Versalles en 1918. Es importante señalar que el ejército soviético ocupó solamente las regiones al Este de la Línea Curzon y no toda la zona de seguridad militar soviética establecida en el anexo del tratado de no agresión con Alemania. Con esta maniobra la URSS se aseguraba que Alemania no ocupase las zonas que le habían pertenecido años antes.
El pacto Molotov-Ribbentrop, consiguió destruir el frente que Inglaterra estaba construyendo contra la URSS, obligando de este modo a entrar en guerra contra la Alemania nazi de Hitler, El Tratado de no Agresión dio 21 meses de paz a la Unión Soviética, un tiempo muy necesario para que los soviéticos preparasen la defensa ante la invasión nazi. Durante esos meses de duro trabajo, la producción industrial total de la Unión Soviética aumentó en un 13% por año, con un aumento de la industria de la defensa en un 39% anual.
Desde principios de 1940 hasta la invasión nazi en junio de 1941, el valor total de las reservas de materiales del estado soviético aumentaron de 4.000 millones de rublos a 7.600 millones y el ejército se convirtió en un ejército moderno mecanizado con 5 millones de hombres en armas. El Tratado de no agresión fue la base que permitió a la Unión Soviética ganar la Segunda Guerra Mundial, destruir la Alemania nazi y librar al mundo de la barbarie nazi.
Desde principios de 1940 hasta la invasión nazi en junio de 1941, el valor total de las reservas de materiales del estado soviético aumentaron de 4.000 millones de rublos a 7.600 millones y el ejército se convirtió en un ejército moderno mecanizado con 5 millones de hombres en armas. El Tratado de no agresión fue la base que permitió a la Unión Soviética ganar la Segunda Guerra Mundial, destruir la Alemania nazi y librar al mundo de la barbarie nazi.
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