Pareciera ser que viviésemos sin
percatarse la mayoría en como diría Rafael Correa un “cambio de época y no tan
sólo época de cambios”o como dijese A. Gramci en su día "lo nuevo no acaba de nacer y lo viejo no termina de morir". de cualquier manera intentaré dejar mi opinión al respecto
Los momentos políticos cambian a
cada instante y se constatan como una suerte de espontaneidad para ver si la
flauta suena. Todo con una mira cortoplacista y ensoñadora al modo del cuento de
la lechera haciendo cábalas sobre posibles resultados en las próximas
elecciones generales.
Rebobinando la historia cercana y
más concretamente en el momento de eclosión con fuerza del 15-M como elemento a
tener en cuenta en el panorama político de nuestro país, se han ido provocando
cambios, tal y como decíamos al principio del articulo. Cambios en los que el
principal sujeto político ha pasado a ser esa denominación clasista burguesa
llamada “ciudadanía” que por su propia identidad adolece de posición de
clase y trasmite ambigüedad. Fue lógico,
de alguna manera, puesto los esloganes “no nos representan”, “arriba y abajo”, “que
se vayan”, aflorara en el sentir general un cierto desengaño y rechazo al modo
de participación en política a través de los partidos políticos al uso.
Ciertamente no se habían hecho las cosas bien por los partidos políticos
durante este tiempo en la gran mayoría de los casos pero de una denuncia
legitima especifica se derivó hacia una comprensión generalizada, producto
también del interés oligárquico de manchar a todos por igual, para no fijar así
a los verdaderos responsables de esta situación de fin de ciclo político en
este país.
De todos esos polvos venimos
convertidos en lodos y farragosos lodos la ficticia idea de que la
participación ciudadana a través de los partidos clásicos está finiquitada y
que forman parte de la vieja política y lo novedoso y actual son la
conformación de plataformas donde el protagonismo es el individuo como tal y la
mera insinuación de pertenencia a algún partido levanta reticencias de que es
lo que se pretende de manera camuflada. Da la impresión no se entienda que cada
partido defiende un interés de clase claro dentro de ese tablero político y su
propio cuestionamiento, sobre todo en la vertiente de la izquierda causa un
daño irreparable en la consecución de los fines emancipadores de los Pueblos.
Que la izquierda no sea capaz de
articular un instrumento como sujeto político para realizar ese fin
emancipatorio y frentista ante los ataques a los derechos y libertades en
España y ahonde en la creación de invenciones cortoplacista, fruto de la
espontaneidad, es reflejo del estado de cosas en las que nos encontramos, donde
prima el “aquí y ahora” por encima de proyectos a largo plazo con una base programática
solida y adaptada a las prioridades del Pueblo.
La reciente aparición de la marca
“Ahora en común”, simbiosis de las
plataformas “Ahora Madrid“ y “Barcelona
en común” en su nomenclatura es un claro reflejo de lo enunciado. Una
plataforma ciudadanista creada con un fin electoral al amparo de la competencia
con la otra propuesta neutra como es Podemos y que utiliza las mismas
estrategias en sus inicios para atraer al electorado ávido de encontrar un
espacio donde depositar su confianza. Una base donde prima la consideración del
término ambiguo de “ciudadanía”, de amplia representación ideológico pero no
partidista, con lo cual no se entiende la virtualidad de IU como tal, utilización
de sinónimos de unidad, confluencia, convergencia, llena de bonhomía y
buenrollismo, individualista y de sagrada conjunción de un “todos en uno”, no
sabemos si también terminara por situarse en la indefinición de ”ni de derechas,
ni de izquierdas” como ha sucedido en su principal rival como mencionábamos de
Podemos.
Lo que sí es harto llamativo en
este tipo de movimientos es el modo de cómo se producen, sin conocimiento por
parte de los partidos que muchos y muchas afiliadas se encuentran dispuestos a
sumarse a esta “marea revolucionaria”. Del día a la mañana te encuentras con
que hay en redes otra consecución nominal de una plataforma nueva a la que se
suman y apoyan prebostes de esos mismos partidos que deberían haber cumplido
ese cometido, sin embargo se le otorga carta de naturaleza sin haber contado
con ningún tipo de acuerdo interno donde definir cuál es la fórmula idónea para
ir con garantías a unas elecciones generales. Como digo más espontaneidad y
cortoplacismo imposible.
Desentrañar las razones de la
aparición de esta plataforma será objeto de análisis en otra publicación,
seguramente cada uno tendremos unas cuantas ideas pero lo fundamental es
incidir en el carácter improvisado y liquidador de una conciencia de clase
colectiva cuando se orienta en base a conceptos en la práctica postmodernistas.
A mí personalmente me trae gratos recuerdos la consecución de la Unidad Popular
en los tiempos del Frente Popular de la 2º República, donde ni por asomo se
planteó la no aparición de partidos en esta conjunción de fuerzas en pos del
Poder Popular, ya se sabe que eran otros tiempos, donde se conservaban el carácter
de clase de las organizaciones y sus objetivos emancipatorios para el Pueblo y
sus clases populares, pero eso no es óbice en la actualidad para ayudar a laminar organizaciones históricas dentro del acerbo político español.
Mucho me temo termine en España sepultada
la izquierda de tal manera ocurrió en Italia bajo una amalgama de partidos
oportunistas y desclasados y en donde es
en estos días muy difícil recomponer partidos históricos como el PCI para
hacer frente a las agresiones de las oligarquías capitalistas.
2 comentarios:
Soy pesimista. Pero no lo soy en función de los resultados electorales que se esperan. Quizás sean buenos para AC o Podemos o no... es lo de menos. Soy pesimista porque creo que hay un retroceso ideológico y la izquierda necesita masa crítica para avanzar. No niego que haya que participar en instituciones y obtener buenos resultados si se puede, pero al final lo que nos hace avanzar de forma sólida (más allá de resultados electorales que son volátiles) es ganar masa crítica, que avancemos a nivel de conciencia social. Con todo lo que nos ha caído encima, que no se haya producido un avance ideológico es para sentarnos a pensar y a debatir profundamente el problema.
Saludos
Estoy de acuerdo contigo, compañero Vigne. Saludos
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