El suicidio (que estoy
convencida) no fue suicidio”, con estas líneas Cristina dio por tierra hace
instantes con la principal hipótesis sobre la muerte del fiscal. El marcado
giro en el discurso oficial experimentado en las últimas horas -cuando los funcionarios
dejaron de atacar la actuación del fiscal en la denuncia contra la Presidenta
por presunto encubrimiento del atentado a la AMIA y comenzaron a instalar que
Nisman fue víctima de una operación-, se ve reforzado por las propias palabras
de Cristina cuando asegura que a Nisman “lo usaron vivo y después lo
necesitaban muerto. Así de triste y terrible”.
En este sentido, la Presidenta se
muestra convencida de que el fiscal no se suicidó. “No tengo pruebas, pero
tampoco tengo dudas”, sostiene la mandataria. A una semana de haber sido
denunciada por el fiscal Nisman, Cristina Kirchner señala que leyó el texto
publicado hace 48 horas por el CIJ y asevera: “El reporte de Nisman fracasa en
avivar las llamas de conspiración¨. citando la portada del diario Buenos Aires
Herald.
“Fracaso y conspiración, dos
palabras que si hubiera utilizado ésta Presidenta sería objeto de las peores
críticas. Creo que nadie podrá acusar al periódico de habla inglesa de ser un
medio afín o cooptado por el Gobierno”.
Sospechando de que Nisman se haya
suicidado, la Presidenta expresa: “¿Porque habría de suicidarse alguien que
escribe un mensaje en su chat como el que escribe el Fiscal Nisman cuando
explica a un grupo cerrado de amigos su regreso intempestivo al País? En un
tono casi épico, reflejando que venía a cumplir una tarea “para la que se había
preparado pero no se la imaginaba tan pronto”.
Y vuelve a plantear un
interrogante rechazando una tesis que instaló el propio Gobierno: “Por qué se
iba a suicidar alguien que en su chat explica que la tenía pensada hace tiempo
pero que la había tenido que adelantar? ¿Tal vez lo hicieron venir por lo
ocurrido en Francia? ¿O estaba pensada para la campaña presidencial? ¿O tal vez
se adelantó por los cambios efectuados en la Secretaría de Inteligencia?”.
Además, Cristina se refiere a la
última foto que envió Nisman el sábado por la tarde al vicepresidente de la
DAIA, Waldo Wolff: “¿Por qué se iba a suicidar alguien que el sábado a las
18.27hs le envió una foto a un Wolff, miembro de la DAIA, de una imagen de su
escritorio donde se ven papeles y resaltadores, y le aseguraba que se estaba
preparando para la reunión del día lunes en Diputados?”. Sobre la denuncia
reiteró que al informe de Nisman le “plantaron” información falsa.
“Casi una réplica de lo que me
tocó ver en la comisión que seguía la investigación de la causa principal”,
indicó Cristina Kirchner. Y amplió: “Los presuntos agentes de inteligencia que
Nisman identificaba como miembros de una ¨SIDE paralela¨ en conexión ¨directa¨
con la Presidenta, Ramón Allan Héctor Bogado y Héctor Yrimia, NUNCA habían
pertenecido a la Secretaría de Inteligencia, bajo ningún carácter”.
Apuntando a una “doble SIDE” que
“plantó pistas falsas” argumento que empezó a esgrimir ayer el Gobierno,
Cristina se refiere a Stiusso destituido por ella hace meses. “Si Stiusso era
el que le daba toda la información que Nisman pedía y tenía, es más que
evidente que fue el propio Stiusso el que le dijo (¿o le escribió?) que Bogado
e Yrimia eran agentes de inteligencia.
¿Es posible que se haya olvidado
que él mismo lo había denunciado en noviembre del año pasado y se había iniciado
causa judicial? Y si se había olvidado un hombre tan memorioso ¿No consultó con
la oficina de Recursos Humanos?”, se pregunta. En otro párrafo de la extensa
carta, la Presidenta niega que Argentina haya comprado petróleo a Irán y apuntó
a la investigación de Nisman: “Asimismo llama la atención que el Fiscal Nisman,
o quienes lo asesoraban en la investigación, se hayan interesado únicamente en
escuchar telefónicamente a Khalil cuando hablaba con determinadas personas.
En cualquier parte del mundo una
investigación antiterrorista seria, lo primero que hace es determinar vínculos
comerciales, de financiamiento, etc”.Además, volvió a desestimar la denuncia de
Nisman. “A esta altura los interrogantes que me planteaba el 19 (de enero, en
su carta anterior), se van convirtiendo en certezas, igual que cuando se
avanzaba en la investigación de la causa AMIA”.
Y sostuvo que “la denuncia del
Fiscal Nisman nunca fue en sí misma la verdadera operación contra el Gobierno.
Se derrumbaba a poco de andar. Nisman no lo sabía y probablemente no lo supo
nunca. La verdadera operación contra el Gobierno era la muerte del Fiscal
después de acusar a la Presidenta, a su Canciller y al Secretario General de La
Cámpora de ser encubridores de los iraníes acusados por el atentado terrorista
de la AMIA”.
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